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Pesca anima al sector a captar fondos destinados a mitigar el cambio climático

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Acerga reunió en Sada a profesionales del sector, dirigentes públicos y científicos
Acerga reunió en Sada a profesionales del sector, dirigentes públicos y científicos Acerga

El ministerio presenta a la flota como una víctima del calentamiento global

07 abr 2024 . Actualizado a las 04:46 h.

«Si se le aplica a otros sectores el principio de precaución como se hace a la pesca, directamente no funcionarían». La directora general de Pesca Sostenible, Mónica Corrales, denunció la discriminación que sufre la actividad extractiva en el mar respecto a otras de la economía, donde no rige esa tesis que impone que si hay dudas de que una acción pueda dañar al medio ambiente esta debe evitarse. «Si por eso fuera, no podríamos ni coger el coche o encender la luz», abundó la dirigente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Por eso la pesca «a veces está un poco discriminada».

Tanto es así, recordó, que se dio el dislate de que la Comisión Europea no incluía la pesca entre las actividades de la economía azul, por la que se ha hecho una apuesta decidida. Un error ahora corregido, precisó Corrales, pero que es prueba de ese trato discriminatorio que se le da a veces, dijo en la séptima jornada sobre la flota de cerco organizada por Acerga (Asociación de Armadores de Cerco de Galicia), que se celebró el viernes en Sada.

Un foro en el que recalcó aquello que tanto le gusta escuchar al sector: que la pesca es el método de producción de menor huella de carbono e hídrica y su producto es clave para la soberanía alimentaria y con enormes propiedades nutricionales y sobre la salud, hasta el punto de que incluso debería ser parte de la estrategia de Sanidad.

Por eso, como subrayó Corrales, el sector sufre las consecuencias del cambio climático, cuando muchas veces se lo sitúa en el lado de las causas. Es «una víctima» de ese calentamiento global que hace que la xarda se vaya a Noruega, el jurel se hunda en la columna de agua, la sardina apenas pase de medianillo y la anchoa abunde, pero baje de talla. Cierto que tiene el reto de la descarbonización, pero también lo tienen que afrontar otros sectores económicos.

Una víctima que, además, depende del buen estado medioambiental de mares y océanos para salir adelante: «Hay que enviar ese mensaje, porque si la salud del medio marino no es buena, a otras actividades, como la minería o el transporte marítimo no les afecta, pero a nosotros el modo de vida se nos va al traste». 

«Por la sostenibilidad»

Es algo que el sector ha defendido siempre, solo que ahora lo ha escuchado en boca de una autoridad pesquera que, además, los conminó a hacer uso de las convocatorias de fondos previstas para mitigar el cambio climático. Y como aval puede llevar todas las ventajas citadas y añadir que el sector pesquero «ha sido el que más ha hecho por la sostenibilidad», dijo. Dejando, eso sí, un reguero de bajas de buques por el camino —muescas que, como confesaron en el mismo foro, los actuales empresarios quieren agrandar— y una espantada general de mano de obra que está complicando el relevo generacional y, por tanto, la continuidad de la actividad.

Alerta sobre la falta de datos acerca de los aspectos sociales y económicos

La directora general de Pesca Sostenible aludió en la jornada a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la UE (TJUE) que apuntala los dos pilares más olvidados de la sostenibilidad: la social y la económica. Ahora que ese fallo de la Justicia comunitaria modula el peso de los criterios biológicos a la hora de fijar las cuotas de pesca y da validez a que no se sigan al pie de la letra para proteger la riqueza y el empleo, Corrales llamó la atención sobre un problema. Y es que así como «datos biológicos nos sobran, hay una carencia importante a la hora de documentar los efectos económicos y sociales de una pesquería», lamentó la dirigente del ministerio de Pesca.

Corrales, que centró su intervención en Sada en la gestión de las cuotas de pesquerías pelágicas, resaltó todas las complicaciones que tiene la gestión de las cuotas. Si la sardina se la guisan España y Portugal con la aquiescencia de la Comisión Europea, en el jurel está por medio el Reino Unido ahora que ya no está en el club. Y con la xarda, además, están los Estados de la NEAFC (Comisión de Pesquerías del Atlántico Nororiental), y sus autoasignaciones de cuotas.

En todo ese puzle, no estaría de más una mayor agilidad en las operaciones de transmisiones de cuotas, en las respuestas científicas —«desde el punto de vista de la gestión no podemos permitirnos una serie histórica», dijo— y, sobre todo, en la recopilación de datos socioeconómicos.