Patrocinado porPatrocinado por

Investigan cómo murió un marinero de Burela hallado en el puerto de Ondárroa

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

MAPA

Tripulante del Corvo, el peruano de 66 años salió del barco un sábado y lo encontraron el jueves siguiente

14 nov 2023 . Actualizado a las 13:44 h.

Policías judiciales de la Ertzaintza investigan la muerte de un marinero peruano de 66 años que apareció en el puerto vasco de Ondárroa. Afincado en Burela, estaba enrolado en el palangrero de fondo Corvo, propiedad de armadores de Noia (A Coruña). A la espera del resultado de las pesquisas policiales y de la autopsia, no se han determinado las circunstancias del óbito y, por tanto, no se sabe si fue al intentar subir o bajar del pesquero, como apuntó el sindicato LAB.

Desde la empresa armadora aclaran lo que saben hasta ahora sobre lo sucedido. El 30 de octubre comenzó a gestionar el Corvo, un barco de 25 metros de eslora que faena en el caladero nacional. Salieron a pescar ese día desde su base de Ondárroa, pero el temporal los obligó a parar el miércoles. Amarraron a la espera de mejor tiempo. Como la Casa del Mar de Ondárroa cerró el alojamiento para gentes del mar, algunos quedaron a bordo.

El pasado sábado, día 4, por la noche, el tripulante cuyo cuerpo apareció flotando salió del pesquero «e nunca máis volveu», explica la armadora. Al no regresar y no saber nada de él, el patrón del Corvo acudió a la Comisaría de la Ertzaintza en Ondárroa a denunciar su desaparición. El lunes regresó, pero tampoco pudo hacerlo porque no era familiar directo y no habían transcurrido 48 horas desde que le echaron en falta, cuenta la gestora del barco. 

El cuerpo apareció el jueves

Por no comparecer a bordo ese día, cuando el Corvo pudo retornar al caladero, la empresa desenroló al peruano. Continúa relatando que el martes, por telefóno, recurrió a la policía vasca y comunicó lo sucedido a la cofradía de pescadores de Ondárroa.

El jueves, cinco días después de que el fallecido no regresase al pesquero, la Ertzaintza comunicó a la armadora que había aparecido un cadáver en el mar, en la dársena portuaria. Su identidad se confirmó con fotografías. El viernes, el patrón del palangrero y la gestora de la empresa declararon ante la policía.

Los investigadores han revisado las grabaciones de las cámaras de los muelles, tratando de averiguar qué hizo el marinero domiciliado en Burela y las circunstancias del fallecimiento. Del informe forense esperan que determine si presentaba golpes, si pereció ahogado o por otras causas. Los gestores del Corvo aseguran que en el barco no consta que hubiese comunicado su intención de embarcar. Citando fuentes de la familia, apuntan que el marinero peruano preveía jubilarse el próximo enero.