El TSXG rebaja la pena al camionero de Lugo que abusó de su hija menor de edad

André Siso Zapata
André S. Zapata LUGO / LA VOZ

LUGO

El portugués afincado en Castroverde (Lugo) condenado por abusar de su hija.
El portugués afincado en Castroverde (Lugo) condenado por abusar de su hija. A. SISO

El castigo queda ahora en dos años y medio en lugar de los tres que le había impuesto la Audiencia Provincial

21 feb 2024 . Actualizado a las 12:38 h.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acordó este lunes rebajar la pena impuesta al camionero de Castroverde (Lugo) que abusó de su hija, menor de edad, en repetidas ocasiones. El procesado, de nacionalidad portuguesa, había sigo castigado con tres años de prisión, pero el Alto Tribunal ha reducido la pena en seis meses.

El TSXG no discute el contenido de la sentencia de la Audiencia, en la que se da por probado que el hombre realizó tocamientos, enseñó vídeos pornográficos e instó a mantener relaciones sexuales a su hija en varias ocasiones. Sin embargo, sí rechazan el agravante impuesto por la sala lucense, que añadía seis meses a la condena por el hecho de que los abusos se produjeron en varias ocasiones. Para el TSXG, el delito continuado de abusos sexuales ya recoge la reiteración del hecho, por lo que no cabría el agravante.

El testimonio de la víctima, clave

Así, el TSXG estima el recurso interpuesto por la defensa. Lo rechaza, sin embargo, en otros puntos esgrimidos por la defensa sobre la declaración de la víctima. De hecho, ratifican la verosimilitud del relato de la adolescente porque «no hubo contradicciones» ni «quiebras en el relato».

Por ello, el TSXG concluye que «no hay razones que justifiquen el error padecido por la Sala de instancia a la hora de valorar el testimonio de la víctima».

Contra esta sentencia del alto tribunal gallego, emitida el lunes, 19 de febrero, todavía cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

Los abusos

La sentencia del tribunal coincide en la de la Audiencia al afirmar que la primera vez que se produjeron los abusos fue cuando padre e hija compartieron la cama del camión en el que trabajaba él. Entonces, este intentó tocar las partes íntimas de la menor, pero ella le apartó la mano y le advirtió que se lo diría a su madre si no paraba.

En otra ocasión, cuando se encontraban en el domicilio familiar viendo una película en la televisión, el acusado apagó la luz y le tocó los pechos. Otro día, le enseñó un vídeo pornográfico y le dijo que era «normal» que padres e hijas mantuviesen relaciones sexuales.

En una cuarta ocasión, en la que llevaba a la menor a casa de una amiga en Lugo, el hombre paró su vehículo e intentó tocarle en la zona genital tras decirle que «era más normal tener relaciones con uno de la familia que con uno de fuera».

Además, los jueces, en el relato de hechos probados, afirmaban que el acusado «ejercía un control total sobre las decisiones que afectaban a las salidas de su hija» y que, cada vez que le pedía permiso, «le exigía un beso» y, cuando ella se lo iba a dar, «giraba la cara para que tuviera que besarlo en la boca».