¿Qué es un libro de artista?

B.R. Sotelino VIGO/LA VOZ.

VIGO

El Museo Verbum recoge en una exposición veinte propuestas emparejadas a cargo de destacados creadores, sobre las múltiples posibilidades de este soporte

12 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Museo Verbum inauguró ayer la exposición O libro de artista como colector de ideas . «O libro de artista pode definirse como unha forma de arte do século XX, que forma parte de todos os movementos importantes, e o que o define é a idea», señala la comisaria de la muestra, Paula Mariño.

El objetivo de esta exposición es mostrar una amplia visión sobre las diferentes formas del libro, que a partir de los años 60 fue objeto de una nueva mirada como contenedor de arte. Mariño se planteó el trabajo basándose en una serie de preguntas que se puede plantear cualquier profano ante tan singular lienzo. Por ejemplo: ¿Qué podemos definir como libro? ¿Cuáles son los límites de este formato? ¿Tiene que estar hecho a partir de hojas encuadernadas? ¿Necesariamente tiene que partir de una producción literaria o puede ser también un libro confeccionado a partir de hojas en blanco o un objeto en forma de libro pero que sin texto igualmente cuente una historia? Sirven los pergaminos y las tablas? Puede ser considerado como libro un espacio desarrollado a partir de medios digitales? Y es que este soporte ofrece incontables posibilidades. Por eso, la respuesta es que puede estar vacío o lleno de contenido, puede ser largo como un kakemono o corto como una frase escrita en la pared. Puede ser lo que el autor pueda imaginar.

Así, diez reconocidos artistas, agrupados por parejas, dan su visión (teórica y práctica) sobre el tema en diez posibilidades. Los autores son Xosé Albeos, Manoel Bonaval, Geny Brun, Berta Cáccamo, Monse Cea, Carolina Cruz, Federico Fernández, Tita Fraga, Carmen Hermo, Lalata Revista , Paula Mariño, Manuela Martínez, Din Matamoro, Carlos Pequeño, Soledad Pite, Baldo Ramos, Coca Rivas, Antón Sobral, Eduardo Valiña y Mercedes Vicente.

Diez propuestas

Cáccamo y Hermo eligen como lienzo de este libro sin límites la imagen como contenido único; Bonaval y Cruz, un objeto que contiene textos; Valiña y Vicente, un libro sin imágenes; Pite y Rivas, un cuaderno de campo o libro de viajes; Albeos y Fraga proponen un estudio médico o la ilustración de un haiku. La comisaria y artista Paula Mariño también participa como autora y se alía con Manuela Martínez para elegir la expansión de las pinturas verticales japonesas (kakemonos) y la poesía visual a través de juegos de luz y geometría. Ramos y Blum optan por los medios digitales. Matamoro y Pequeño eligen la manipulación de las hojas del libro. Cea y Fernández prefieren unir el papel a la palabra prescindiendo del formato libro con un traje confeccionado en papel y cubos luminosos de PVC . La décima propuesta, a cargo de Sobral y la revista literaria Lalata , es la desestructuración del libro y, como no, la propia lata como contenedor de arte.