El Chivo desembarca en Vigo

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas VIGO/LA VOZ.

VIGO

El 2 de junio de 1954 llegaba al puerto vigués el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. Aquel día, también comió en Castrelos su sucesor, el doctor Joaquín Balaguer

02 jun 2010 . Actualizado a las 10:27 h.

Dirigió la vida dominicana entre 1930 y 1961, cuando fue asesinado en un atentado que Vargas Llosa reflejó en su libro La fiesta del chivo . El Chivo, El Jefe, Chapita o Generalísimo fueron sus apodos, pero se llamaba Rafael Leónidas Trujillo. El 2 de junio de 1954, abordo del Antilles , llevaba al puerto de Vigo para iniciar una gira por España e Italia.

Para recibirlo, el régimen amigo franquista preparó en Vigo un gran recibimiento. El ministro de Asuntos Exteriores, Alberto Martín Artajo, fue el encargado de darle la bienvenida a España. Con ese objetivo, las principales calles de la ciudad fueron engalanadas y cubiertas de banderas españolas y dominicanas.

Poco antes de la una de la tarde, el Antillas asomó su proa por las islas Cíes. Un centenar de pesqueros escoltaron el trasatlántico hasta el muelle, haciendo sonar sus sirenas durante el recorrido. A las dos de la tarde, el buque ya había amarrado al muelle y el ministro de Asuntos Exteriores embarcaba, junto a su mujer, para recibir al dictador de la República Dominicana.

Tras Martín Artajo también subieron abordo Joaquín Balaguer, que años más tarde sería el presidente de la república caribeña, y el propio embajador del país en España. Tras cumplimentar al huésped en el interior de la embarcación, Trujillo descendió a tierra, donde fue recibido por el capitán general del Ejército, Ben Mizzian, el único general musulmán que ha tenido España, y que tras la independencia de Marruecos se encargó de reorganizar el ejército del país alauita.

Trujillo presidió, desde una tribuna instalada en la Estación Marítima, el desfile de la tropa de marinería de la ETEA, y recibió flores por parte de las integrantes del Coro y Danzas de las Falanges Juveniles de Franco.

Pazo de Castrelos

Ya en un vehículo descapotable, Rafael Leónidas Trujillo, acompañado del alcalde Pérez Lorente, se dirigió hacia el pazo de Castrelos. Las calles por donde pasó la comitiva estaban repletas de personas, vigiladas por soldados del Regimiento Murcia 42. El operador del No-Do no perdió detalle de todo lo ocurrido.

En el pazo, la banda de música municipal recibió a las autoridades con los sones de los himnos de España y la República Dominicana. En el interior ofreció un banquete al ilustre huésped. Pérez Lorente mostró su alegría por ser Vigo la primera ciudad española en recibirle y señaló que España sabía agradecer a sus amigos su lealtad.

Por su parte, Trujillo agradeció el recibimiento dispensado y calificó de gran amigo a Francisco Franco, «quien supo liberar a España».

Ya en los jardines del pazo se sirvió un café y los Coros y Danzas de la Falange ofreció a los huéspedes una exhibición.