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Una explotación de kiwi arrasa un yacimiento arqueológico en Oia

AGRICULTURA

El alcalde se niega a acatar una orden de paralización porque el proyecto genera empleo en el municipio

29 abr 2010 . Actualizado a las 19:30 h.

Los movimientos de tierra que una empresa agrícola ha realizado para la adecuación de un campo de cultivo de kiwis en la parroquia de Burgueira, en Oia, han producido unos daños irrecuperables sobre un yacimiento arqueológico.

Las máquinas utilizadas para la rotulación del terreno forestal han destrozado un conjunto de petroglifos en el alto de Sobral, en la zona de la caseta de Boaventura. Se trata de una serie de grabados rupestres con forma circular de gran valor para los especialistas porque eran de los pocos que existen en Galicia realizados sobre xisto, una piedra pizarrosa que no abunda en la costa.

Estos restos de arte rupestre entorpecieron el camino de la maquinaria que prepara el terreno para su explotación agrícola. Usuarios del entorno avisaron al Concello del peligro, pero en lugar de protegerlos por tratarse de un Bien de Interés Cultural, se optó por aniquilarlos con el fin de dejar el terreno libre para poder plantar los árboles.

Expediente

La delegación provincial de Patrimonio Cultural ha abierto un expediente después de que los técnicos hayan inspeccionado la zona y ha ordenado al Concello la paralizar la plantación. El alcalde, Alejandro Rodríguez, ha optado por incumplir esta orden porque dicha explotación de kiwis genera puestos de trabajo.

«El único que puede paralizar esa obra es el alcalde y no lo he hecho porque Oia tiene que mirar al futuro, no al pasado, y unas piedras no pueden ser un obstáculo para que se pueda producir o no», matizó ayer el regidor local del PP.

La empresa que promueve esta actuación es Kiwi Atlántico y en estos terrenos de 18 hectáreas de superficie está prevista la producción de los primeros kiwis de color amarillo de la península. Los terrenos pertenecen a la comunidad de montes de Burgueira. El presidente de la entidad, que también es edil de Urbanismo y teniente alcalde, manifestó que no tenían conocimiento de la existencia de los petroglifos cuando otorgaron la licencia porque no están catalogados en las normas subsidiarias locales.