En Vigo se han esterilizado 1.600 felinos en dos años con el apoyo de clínicas veterinarias

J.F.

VIGO CIUDAD

14 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Evitar el crecimiento del número de gatos en libertad exige la esterilización de unos animales que tienen una elevadísima tasa de fecundidad. Es la solución de manual, pero no por ello siempre existe acuerdo en su aplicación. Otras soluciones son menos confesables y cuando se ponen en práctica no se acostumbra a darlas a conocer.

Proyecto Gato inició hace dos años la esterilización de los gatos recogidos y, pese a su falta de medios, han logrado operar en este tiempo a 1.600 animales. Contaron durante un tiempo con la colaboración de una veterinaria del propio Concello, proceso que se interrumpió debido al mal estado de las instalaciones destinadas a los gatos en la Protectora de Animales de A Madroa.

Los felinos esterilizados son fácilmente reconocibles ya que se les hace una marca en la oreja. De esta forma el lacero puede localizarlos visualmente y evitar el trauma de una segunda captura en el futuro.

Ante la falta de un local donde realizar las esterilizaciones y de un veterinario propio, la mayoría las han llevado a cabo en colaboración con clínicas. Sus titulares aceptan realizar las operaciones con tarifas reducidas y sabiendo que van a cobrar cuando buenamente se pueda.

Esta falta de medios ha tenido también otras consecuencias negativas. Los responsables de la asociación cuentan con pena que una fundación holandesa se ofreció a ayudarles y envió dos veterinarios en noviembre pasado. Pero, como les ocurre a ellos, la falta de un local adecuado frustró esta posible colaboración internacional.

Proyecto Gato realiza sus actividades con una subvención municipal de 3.000 euros al mes, una cifra que puede parecer elevada pero con la que apenas pueden operar. Las cuentas de sus responsables son sencillas: «Empleamos 2.000 euros en la adquisición de pienso y arena para los gatos, una cifra inamovible. Con los mil restantes podemos jugar, pero ni mucho menos llegan para la compra de medicinas y las operaciones de esterilización. Por tanto, nuestra economía es de lo más precario, necesitaríamos algo más de dinero, aparte de unas instalaciones adecuadas», explican.

El acuerdo con el Concello se firmó hace dos años y tiene tres de vigencia. Está en su fase final. En el pacto figuraba la gestión de un refugio para 300 gatos, aunque preveía una mejora de las dependencias que el Concello no ha llevado a cabo.

Proyecto Gato también tienen entre sus fines promover la adopción.