De Sálvora a Boiro en siete horas de travesía a nado

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA/LA VOZ.

SOCIEDAD

El boirense Juancho Armental completó ayer su lucha «contra o imposible» en la ría de Arousa

26 ago 2010 . Actualizado a las 02:58 h.

Eras las 11.15 horas cuando el boirense Juancho Armental se zambulló en aguas de la ría de Arousa, y las 18.40 cuando volvió a pisar tierra firme. Entremedias, este ex futbolista, consultor de recursos humanos y psicólogo deportivo completó una travesía de más de veinte kilómetros entre la isla de Sálvora, en Ribeira, y la playa de Barraña, en el municipio de Boiro.

Esta era la segunda vez que Armental intentaba semejante hazaña y, ahora sí, la travesía tuvo un desenlace feliz y, pese a permanecer más de siete horas en el agua, el nadador no necesitó asistencia médica. Aunque completar el trayecto no fue, ni mucho menos, fácil. De hecho, los problemas comenzaron bien pronto y, desde el kilómetro 4, mareos y molestias en el estómago acompañaron al deportista, que incluso vomitó. A esto hay que añadir la densa niebla que obligó a retrasar la salida y la llovizna que aún caía sobre la isla de Sálvora ayer por la mañana.

El equipo que lo acompañaba en las lanchas llegó a temerse un abandono, y el propio Armental reconocía en la meta que la idea de retirarse le rondó la cabeza desde el cuarto kilómetro. «Paseino moi mal dende o principio, pero sabía que dependía de min e tirei para diante», comentó después de pisar tierra firme.

Y es que la intención de Juancho Armental con cada una de sus hazañas en aguas arousanas es superarse a sí mismo. De hecho, bautizó esta travesía como Loitar contra o imposible , pero esta vez demostró que hay pocas cosas inalcanzables.

A las 18.40 horas llegaba a la playa de Barraña, convirtiéndose en la primera persona que cruza de Ribeira a Boiro a nado, y eso que quiso dar un rodeo para pasar por las proximidades del puerto de Cabo de Cruz, pese a que su estado físico estaba lejos de ser el mejor posible. De hecho, en tierra estaba ya preparado un importante dispositivo para trasladar a Armental al hospital de inmediato, pero no fue necesario y, luego de recibir la felicitación del alcalde boirense y de los muchos curiosos que siguieron desde el arenal los últimos metros del recorrido, lo primero hizo fue llevarse algo a la boca. «Sufriu bastante, pero xa está perfectamente e incluso comeu», se felicitó su entrenador.