Tecnología contra la discapacidad

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

Un centenar de usuarios de los centros Down de A Coruña y Cogami de Lugo se forman con el proyecto Retadis

12 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Alberto tiene 23 años e inicia ahora un período de prácticas en la refinería. Lo hace gracias a su esfuerzo y al apoyo encontrado en el Centro Down Coruña, donde un aula de informática es una herramienta más para esa ansiada normalización en la que formarse para el trabajo resulta un pilar importante. Una treintena de personas accede con Alberto a los ordenadores adaptados dentro del proyecto Retadis de la Fundación Telefónica, que desde el 2006 trabaja en la creación de una red accesible para personas con discapacidad en toda España.

En Galicia, dos entidades conforman el rostro de una iniciativa que ha permitido, por ejemplo, que los chicos de Down Galicia hayan logrado destripar equipos hasta conseguir arreglarlos. «Me gusta Facebook y tengo varios correos electrónicos», cuenta Alberto evidenciando otra de las virtualidades de acceder al universo de la informática: la comunicación.

Antes del Centro Down, fue Cogami en Lugo la primera pica en Galicia de un proyecto cuya apuesta es ofrecer tecnología para personas con limitaciones manipulativas y de habla, ceguera o deficiencias visuales, sordera e hipoacusia, y problemas de aprendizaje y comunicación alternativa. Y lo ofrece con lo que se denomina ayudas técnicas: desde ratones gigantes para facilitar la utilización cuando las dificultades son de movimiento y destreza, hasta plantillas para las teclas del ordenador, de modo que resulte más sencillo acomodar los dedos en la letra deseada, pero también ordenadores con sistema de lectura Braille, métodos de reconocimiento facial para manejar el pecé con movimientos de cabeza, con la voz o incluso con los pies. No se queda tampoco el proyecto en mero equipamiento, Retadis cuenta además con una página web (www.retadis.es) para asistencia técnica, una especie de centro de atención que permite realizar consultas, atendido por una red de colaboradores. Además, cada centro integrado en la red dispone de un encargado. En A Coruña es Domingo Iglesias, que ve en la apuesta una forma de posibilitar el acceso no a contenidos específicos, sino a aquello generalizado en el conjunto de la sociedad, el manejo de Office, Windows, Internet, Facebook... «No tiene sentido hacer cosas distintas, antes se hablaba de integrar, ahora se trata de normalizar», resume.

En el caso del centro coruñés, llevan a cabo dos iniciativas de formación, un taller informático con orientación laboral en el que siete chicos aprenden a reparar ordenadores y un aula para 21 personas de alfabetización no solo digital. «No intentamos que aprendan informática -explica-, es una enseñanza global, en equipo».

Todo tipo de periféricos

«Retadis ofrece todo tipo de periféricos de software e hardware », dice Rosa Pías desde Cogami Lugo, quien destaca la importancia de contar con estas ayudas adaptadas cuando el alumnado, unas quince personas, «teñen discapacidades por enriba do 65%». Personas con déficits de movilidad físicos, pacientes con parálisis cerebral, tetrapléjicas o que han sufrido hemiplejias importantes, con déficits visuales muy elevados, son solo algunos de los ejemplos de para quién están pensados desde los cambiadores dactilares o las pantallas táctiles a las cámaras capaces de recoger el movimiento de la cabeza para dar órdenes a la pantalla. Los dos ordenadores de Retadis están integrados, como en el centro de A Coruña, en una sala más amplia, el aula ocupacional, y, además de como herramientas de formación, también funcionan a modo de escaparate. «Axúdanos bastante para persoas que están no seu domicilio e precisan un ordenador con determinadas variantes técnicas, porque veñen aquí, veos a nosa terapeuta ocupacional e failles o estudo do que máis se axeita ás súas necesidades», explica.

En el aula se ofrece una actividad amplia de muchos tipos: formación en nuevas tecnologías, adquisición de destrezas y elaboración de pequeños trabajos prelaborales, como una revista o el diseño de logotipos, además de, muy importante, el componente social de integrarse en un grupo: «O obxectivo é poñer en valor as capacidades de persoas que teñen discapacidades importantes para posibilitar a incorporación laboral, ao mellor non nunha actividade ordinaria, pero si nalgunha forma de traballo».