«De niña me daba muchísima rabia que estuviese prohibido ser mujer y cofrade»

R.?L.

SOCIEDAD

28 mar 2010 . Actualizado a las 03:00 h.

Pedagoga de formación y maestra de profesión, María del Carmen Arcos, Meca (Ferrol, 1948) lidera la organización de la más multitudinaria de las semanas de Pasión de Galicia. Preside la Coordinadora de Cofradías ferrolana, que moviliza a unos 3.000 cofrades y que este año espera que su ciudad pueda superar la cifra de 100.000 visitantes. Presidenta de la Coordinadora de Cofradías desde 1998, año en el que fue nombrada, a propuesta de las hermandades, por el obispo Gea Escolano -su sucesor en el mitra, Manuel Sánchez Monge, la confirmó en dicho cargo-, Meca ha liderado en un proceso en el que la Semana Santa ferrolana «no ha dejado de crecer», como ella misma resalta, «tanto en número de cofrades como en cantidad de procesiones». Algo que, remarca, «tiene su reflejo en toda Galicia».

La familia de Meca Arcos ha estado «siempre» vinculada a la Semana Santa. «Desde que tengo uso de razón -cuenta ella- recuerdo salir con mis padres los días de Jueves Santo y Viernes Santo a ver las procesiones. Es más, entre mis primeros recuerdos está ver pasar el Santo Entierro por al calle Real de Ferrol, que me producía tristeza cuando era una niña que todavía no había empezado ni a ir a la escuela. Después, mis hermanos, Alfredo, Carlos, Román y José Antonio, se hicieron cofrades de Las Angustias. Y a mí de niña me daba muchísima rabia que estuviese prohibido ser mujer y cofrade». En su opinión, fue un «gran avance» que a finales de los años setenta la Semana Santa ferrolana, y por tanto la de Galicia, fuese «pionera» en la incorporación de la mujer. «En Ferrol estuvieron las primeras portadoras de tronos de España, que salieron por primera vez a la calle hace ya más de treinta años, que no es ninguna tontería. Y también, más o menos por aquellas mismas fechas -añade Meca Arcos-, los primeros tercios femeninos, que ya procesionaban con capuz».

«Los recursos necesarios»

Cuando ella se incorporó a la presidencia de la Coordinadora de Cofradías de Ferrol, cargo en el que la habían precedido Mario Villaamil y Félix Sande, asumió con principal objetivo «dotar a las hermandades de los recursos necesarios para que pudiesen dar a la Semana Santa la proyección y la dimensión que deseaban».

«Durante estos años -recuerda- la Semana Santa de Ferrol ha tenido pregoneros como Paloma Gómez Borrero, Francisco Vázquez, el ya fallecido José María López Ramón, Amarelo de Castro, Pedro Javier González, o, por citar la edición de este mismo año, el cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla. Pero sobre todo -añade-, hemos querido, y pienso que hemos logrado, que Galicia celebre hoy la Semana Santa de una forma que nada tiene que envidiar a otras comunidades de Galicia. Ferrol, y lo mismo podría decirse de Viveiro, ilumina la Semana Santa desde el norte de España. Y la Semana Santa de Galicia, en general, destaca tanto por su emotividad como por su vistosidad. A mí también me gusta mucho, además de toda la celebración de Viveiro, cómo se celebra la Pasión en lugares como Santiago de Compostela, Pontevedra, Ourense, Cangas, Fisterra o Lugo, por citar solo algunos ejemplos, que habría muchísimos más».

Los hijos de Meca, Carlos y Jorge, ingresaron como cofrades en el tercio de San Juan Evangelista cuando apenas contaban diez años de edad. Sus sobrinos, Lucas e Ignacio, ingresaron a la misma edad en el mismo tercio, antes de pasar al del Cristo de la Misericordia. Y su marido, el doctor Carlos de Aracil, caballero del Santo Sepulcro de Jerusalén, acompaña cada año en Ferrol a la procesión del Santo Entierro en representación de la orden.

«Seguirá yendo a más»

«Para mí -desvela Meca- la Semana Santa es muy importante. Soy una persona creyente que intenta vivir de acuerdo con su fe durante todo el año, pero con mayor intensidad durante la Semana Santa, que es cuando recordamos la Pasión y Muerte del Señor. Y por supuesto su Resurrección, que es lo que nos da vida nueva, lo que nos ayuda a renacer». «En Galicia -concluye- la Semana Santa seguirá yendo a más, porque está muy lejos de alcanzar su techo como expresión popular de fe. Y este año, el hecho de que se celebre el Año Santo Xacobeo, le va a dar una dimensión muy especial».