En busca de la mariposa perdida

SOCIEDAD

El complejo proyecto «Graellsia isabellae» comprueba la validez genética de subespecies de España y Francia

28 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Altos Alpes (Francia). Carlos López-Vaamonde prepara una jaula con hembras de la mariposa nocturna Graellsia isabellae. No tardan en llegar los machos, atraídos por la feromona que libera la fémina de la polilla más espectacular, protegida y venerada de Europa. El biólogo vigués censa la población anotando los ejemplares que acuden al reclamo.

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca). La coruñesa Marta Vila y la valenciana Neus Marí recogen mediante hembras mariposas marcadas previamente, pero tienen competencia: murciélagos y chotacabras se están dando un festín de Graellsia . En Ordesa hay cuatro valles profundos y muy diferenciados, aislados por enormes picos que forman barreras naturales. Las biólogas analizan aquí la diversidad genética de las poblaciones: si las mariposas son distintas de un valle a otro o han logrado mezclarse.

Los tres investigadores participan desde el 2007 en el proyecto Xenética de Conservación de Graellsia isabellae, financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia. Es el primer estudio sobre genética de conservación de un insecto protegido con distribución predominantemente ibérica, y tiene un vértice más: O Xurés, el mayor reducto gallego de Pinus sylvestris, de cuya hoja se alimenta la oruga.

Operación Galicia

¿Sobrevive la Graellsia oculta en O Xurés o se ha extinguido en Galicia? La deforestación de pinares hasta el siglo XVIII -la madera era bien de primera necesidad- acabó con ella en el oeste peninsular. Hoy solo se halla en el centro y el este, además de Los Alpes. «Pero en O Xurés queda un enclave de sylvestris , y aunque es difícil que aparezca allí, porque necesita densidades abundantes, vamos a buscar la isabellae en Galicia. Sería un hallazgo, explica López-Vaamonde, del instituto de investigaciones agropecuarias de Orleans, donde esta especie se cría en laboratorio desde 1990.

El proyecto Graellsia es complejo. El uso de marcadores moleculares permitirá, según Marta Vila, docente en la Universidade da Coruña, «determinar a validez xenética das cinco subespecies, comprobar se a francesa é autóctona ou foi introducida desde España e calcular o tamaño efectivo das poboacións».