La vegetación gallega tarda más en recuperarse del fuego

SOCIEDAD

El cambio climático agrava un proceso que llevará a la extinción de especies y favorece a otras combustibles

22 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El cambio climático ralentiza el ritmo de crecimiento de la vegetación después de un incendio. O lo que es lo mismo, los ecosistemas dañados por los fuegos tardan más en recuperarse y la amenaza para las especies es mayor, lo que se traducirá en una pérdida de biodiversidad. Al menos este es el escenario que ha observado en Galicia el grupo de Ecoloxía do Fogo de la Facultade de Bioloxía y que irá en aumento a medida que avance el calentamiento global. «No habrá que esperar al futuro para observar los cambios, sino que ya los estamos viendo ahora en el ritmo de crecimiento de la vegetación», explica la directora del equipo, Mercedes Casal. Son las conclusiones preliminares de un trabajo financiado en los últimos años por la Xunta y el Ministerio de Ciencia e Innovación y en el que los investigadores se centraron en estudiar el crecimiento en distintas especies de flora afectadas por los incendios.

La ecuación es sencilla: en un contexto de cambio climático, en el que el riesgo de incendios es cada vez mayor, los fuegos aceleran la erosión, lo que ralentiza la recuperación de la vegetación. Los suelos, por tanto, están expuestos a una mayor vulnerabilidad, que a su vez se ve agravada por las lluvias que tienden, debido también al cambio climático, a ser con mayor frecuencia de carácter torrencial, lo que aumenta aún más la erosión y el tiempo de regeneración. Y así sucesivamente, solo que cada vez peor.

«Entramos en un círculo vicioso», resalta Mercedes Casal. Es un proceso de adaptación en el que habrá vencederos, pocos, y vencidos, la mayoría: las especies más vulnerable quedarán más expuestas a los cambios y, muy probablemente, acabarán desapareciendo, con lo que Galicia perderá gran parte de su biodiversidad. Habrá, sin embargo, una que saldrá especialmente beneficiada, el tojo, que frente a las agresiones del exterior tiene una estrategia de recuperación robusta y germina muy bien. Solo que la mayor abundancia de tojo en los ecosistemas de Galicia, más que una ventaja, acarreará un problema: es una especie muy combustible, lo que a su vez facilitará la propagación de los incendios forestales. Es una pieza más del círculo vicioso.

«Dentro de unos años -explica la investigadora de la universidad compostelana, los matos (el conjunto de restos vegetales) pueden estar mayoritariamente formados por tojos. Y es altamente probable que perdamos entonces mucha biodiversidad vegetal».