El cardenal prefecto de la Congregación por el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Antonio Cañizares, ha pedido perdón por los abusos a menores cometidos en escuelas católicas irlandesas entre los años cincuenta y ochenta. En declaraciones a TV3 recogidas en un comunicado, Cañizares ha asegurado: «Estas conductas son totalmente condenables y tenemos que pedir perdón». No obstante, ha añadido que «no es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios» con «los millones de vidas destruidas por el aborto».
Para el cardenal, el aborto «ha destruido legalmente más de 40 millones de vidas humanas, cuando la legislación debería dar apoyo a los derechos y la justicia».
Por su parte, el cardenal brasileño Claudio Hummes, prefecto de la Congregación para el Clero, se ha mostrado más duro ante las conductas pederastas de ciertos sacerdotes, sobre los que dice que deben ser «juzgados debidamente» y «castigados con la pena merecida» por los daños causados. Lo que puntualizó Hummes, considerado uno de los cardenales más abiertos de la Iglesia católica, es que «estos casos son un porcentaje muy pequeño en comparación con el total del clero».