Piden que no se den fondos públicos a los colegios que separan a niños y niñas

Alejandro Posilio

SOCIEDAD

11 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Distintas organizaciones educativas y sindicatos solicitaron ayer que se retiren los conciertos económicos a los centros de enseñanza que segregan a los alumnos por razón de sexo, porque no cumplen con el espíritu de la Ley Orgánica de Educación (LOE), ya que esta no lo prohíbe expresamente. De los 7.517 colegios que hay en España, 150 separan a niños y niñas, y de estos, 64 (el 0,85%) reciben dinero público a través de conciertos y subvenciones.

La Ceapa (Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos) ha elaborado el manifiesto Contra la segregación educativa: por una educación mixta, documento en el que se defiende que «la mejor opción educativa es una enseñanza en la que los niños y las niñas se educan y conviven en la misma aula como la mejor garantía para aprender a convivir, a respetarse mutuamente y a asumir y valorar en positivo las diferencias entre hombres y mujeres».

El manifiesto está firmado por CC.?OO., FETE-UGT, STES (Confederación de Sindicatos de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza Intersindical), la Confederación Estatal de Movimientos de Renovación Pedagógica (MRP), el Sindicato de Estudiantes y la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (Canaes). En él se indica que la enseñanza mixta «es el mejor contexto para prevenir los prejuicios y los estereotipos sexistas que supongan una discriminación entre hombres y mujeres», y para prevenir la violencia sexista.

Según estas organizaciones, Cataluña es la comunidad en las que hay más colegios concertados que segregan a niños y niñas, con quince; seguida de Andalucía, con doce; Madrid, con nueve, y el País Vasco, con ocho. A continuación se encuentra Galicia, con cuatro, dos de ellos en A Coruña (Montespiño y Peñarredonda) y otros dos en Vigo (Las Acacias y Montecastelo). Extremadura, Aragón, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla no tienen ningún centro educativo de este tipo.

«Decir que un hombre y una mujer deben recibir educación diferente porque son diferentes es una perversión del discurso y supone entrar en una dinámica peligrosa», afirmó el presidente de la Ceapa, Pedro Rascón.