Un chip neuronal puede reactivar músculos dañados por la parálisis

SOCIEDAD

El experimento se ha probado con éxito en monos, a los que se ha logrado devolver la movilidad del brazo

16 oct 2008 . Actualizado a las 02:07 h.

Un atajo a la ruta fisiológica normal puede ayudar a recuperar la movilidad a los lesionados medulares. O lo que es lo mismo, la propuesta consiste en salvar el escollo de la médula espinal dañada -la vía de transmisión natural entre las neuronas con las extremidades para generar movimiento- mediante un camino alternativo artificial entre las neuronas de la corteza motora del cerebro y los músculos que mueven la muñeca. Esta especie de baipás contra la parálisis es el planteamiento que ha seguido un grupo de científicos de la Universidad de Washington para restaurar la actividad muscular de la muñeca de un mono al que previamente se le había anestesiado su espina dorsal.

«La investigación muestra el gran potencial de flexibilidad que tienen las células del cerebro, lo que abre una vía para diseñar nuevos tratamientos a pacientes con la médula espinal dañada», explica el científico Chet Moritz, el coautor de un estudio que hoy sale publicado en Nature . El trabajo también puede resultar útil para el tratamiento del ictus u otros trastornos que afectan al movimiento.

Pero ¿cómo se ha conseguido devolver la movilidad al mono? De lo que se trata en principio es de activar una neurona de la corteza motora que no tiene que estar relacionada directamente con el movimiento, ya que las que lo están han quedado dañadas tras la lesión, pero que sí se pueden adiestrar porque así lo permite la plasticidad del cerebro. Esta actividad genera una señal eléctrica que se reenvía directamente desde el córtex motor a los músculos paralizados. Es la ruta artificial alternativa a la vía natural de la espina dorsal.

En la experimentación con monos es necesario un largo entrenamiento para enseñarles la tarea que adiestra las neuronas que no están adaptadas al movimiento para que puedan generar la señal eléctrica adecuada. Pero si el ensayo se aplica a personas, el trámite aún sería más fácil. De hecho, ya se ha probado con éxito en humanos un dispositivo denominado interfaz cerebro-máquina, que consiste en un grupo de electrodos que lee la actividad neuronal a partir de las señales eléctricas que se generan cuando queremos ejecutar una acción. O, dicho de otra forma, traduce los pensamientos en señales eléctricas que permiten el movimiento para, por ejemplo, permitir a un tetrapléjico manejar un ordenador o un brazo robótico.

En el experimento, los investigadores lograron mediante la creación de vías artificiales para la transmisión de señales que los músculos que carecían de la estimulación natural tras una parálisis pudieran recibir de nuevo el flujo eléctrico del cerebro, con lo que los monos fueron capaces de tensar los músculos.

El investigador Chet Moritz cree que a partir de este descubrimiento se podrán desarrollar una especie de neuroprótesis que funcionarán con circuitos electrónicos autónomos y permitirán devolver la movilidad a pacientes con parálisis causada por daños irreversibles en la espina dorsal.