La localidad ourensana centralizó las propuestas del Entroido con su lunes «borralleiro».
05 feb 2008 . Actualizado a las 12:30 h.Miles de personas que ocuparon la plaza de la Picota y todas las calles del pueblo de Laza, recibieron una lluvia de harina, hormigas y tierra en la celebración del lunes «borralleiro» o lunes de Entroido, que reproduce un rito agrario de la antigüedad, según dijo hoy a Efe la socióloga residente en Laza Nieves Amado.
Alrededor de las seis de la tarde -una hora antes que en años anteriores- salió del barrio más alto de este pueblo orensano, un cortejo formado por el rey del Entroido en burro -que este año fue reina-, la vaca «morena» y vecinos portando tojos, verduras y sacos llenos de tierra y hormigas.
En poco menos de cinco minutos, la comitiva llegó a la plaza de la Picota donde una masa de miles de personas, perfectamente impermeabilizadas con plásticos, esperó su llegada dispuesta a sufrir la lluvia de tierra y hormigas y los rasguños ocasionados por los tojos en las cabezas.
Tras la primera pasada de la comitiva, se sumó a la fiesta una máquina arrastrada por vecinos vestidos de bueyes y cargada con harina que la lanzó por el aire de toda la plaza y sobre todos los asistentes.
La socióloga Nieves Amado explicó a Efe que el sentido de esta celebración es reproducir un antiguo rito agrario «de entrada en la primavera y no como dicen algunos, de entrada en la Cuaresma», agregó.
«El significado de la palabra original Entroitos parece ser la introducción en el año y esto no se refleja sólo en esta fiesta pagana del Entroido sino también en la de los maios de Ourense y en algunas religiosas como la de San Blas y la Candelaria».
Según Amado, los romanos empezaban el año en marzo y ese puede ser también el origen de la celebración de esta «entrada en una época nueva, en la que la naturaleza despierta y las comunidades rurales comienzan los trabajos agrícolas».
En relación a los diversos elementos del lunes «borralleiro» de Laza, Amado señaló que las hormigas simbolizan la fertilidad de la tierra y su lanzamiento «es una forma de invocar a las buenas cosechas».
La presencia de una vaca de madera, denominada «morena» en Laza, simboliza, según Amado, también la fertilidad, pero en el mundo de los humanos, «por eso la morena participa en el Entroido para embestir a las mujeres y levantarles la falda, como una forma de despertar su fertilidad».
Amado mostró su convicción de que cualquier Entroido «en el fondo, es una forma clara de mantener la cohesión social, es decir, el contacto entre los vecinos de una familia y su relación con los demás miembros de una comunidad».
La celebración en Laza del lunes «borralleiro» se completa, después del lanzamiento de hormigas, tierra, harina y ceniza, con otro de trozos de cabeza de cerdo cocida («cachucha») a los asistentes para que puedan reponer fuerzas para seguir la fiesta por la noche con baile.