«El 'guzheng' en China aún se ve como un instrumento serio»

Manuel A. Beceiro

SANTIAGO

La solista ofreció en la iglesia de Santa María do Camiño dos conciertos con un repertorio de música antigua y una reinterpretación de la más ancestral

15 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El guzheng o cítara china -uno de los instrumentos más tradicionales y populares del gran país asiático junto con la pipa, el erhu y el yangqqin - repartió ayer sus sensuales caricias acústicas en la iglesia de Santa María do Camiño. Meng Wang, una de las intérpretes más virtuosas de este instrumento tradicional chino de cuerda ofreció dos conciertos en el Festival dos Abrazos con un repertorio basado en dos tipos de música tradicional: una primera parte de música antigua, de centenares de años de existencia, y una segunda parte de música más reciente en la que reinterpretó la más ancestral, hecha en los últimos 30 o 50 años.

-¿Meng Wang es el nombre artístico o el nombre de pila suyo?

-Es mi nombre verdadero.

-¿Qué significa en chino?

-Wang es mi apellido, mi nombre de familia, y significa «ser más fuerte», pero es un apellido muy común en China.

-El «guzheng» aquí es un instrumento desconocido, como gran parte de la música y la cultura china en general. ¿Podría decirnos qué antigüedad tiene?

-Es uno de los instrumentos más antiguos de China y del mundo, y tiene por lo menos tres mil años de historia. De hecho hay documentación en libros de su existencia hace más de tres mil años.

-¿Ha evolucionado poco o mucho a lo largo de los años?

-Originalmente el instrumento era más pequeño y tenía tres cuerdas. Con el tiempo el número de cuerdas pasó de tres a diecisiete y dieciocho. Ahora el instrumento más normal, el que yo toco, tiene veintiuna cuerdas.

-Digamos que se fue perfeccionando.

-Es difícil de decir. Se fue alterando con el tiempo, no sé si necesariamente mejor o no.

-¿Usted comenzó a tocar «guzheng» por una cuestión de tradición o herencia familiar o simplemente llegó al instrumento por una cuestión meramente casual?

-Yo comencé a tocar guzheng con siete u ocho años de edad. Y no fue por ser una tradición familiar sino porque inicialmente mi maestro se cambió para mi ciudad y era vecino. Entonces yo oía aquella música todo el tiempo y fue eso lo que me hizo interesarme.

-¿Su asentamiento en el Reino Unido se debió únicamente a un interés suyo por ampliar sus horizontes musicales?

-Yo siempre aprendí muy rápido a tocar el instrumento y con quince años, más o menos, ya dominaba el guzheng muy bien. Al llegar a esa edad comencé a interesarme por la música occidental y quise un poco llevar mi experiencia más lejos. Ese fue el motivo por el que me fui a Inglaterra, para aprender más sobre música occidental. Y también para que mi lenguaje musical, mi performer sobre el instrumento, se expandiese con el conocimiento del lenguaje occidental.

-¿Es por ser el «guzheng» un instrumento tan tradicional y respetado que en su país no es fácil acometer experiencias contemporáneas con él sin exponerse a críticas de los puristas?

-En los últimos años ha habido más experimentación con otras músicas, pero el guzheng aún es esencialmente visto como un instrumento tradicional, un instrumento serio.