Una cafetería de Bertamiráns ofrece descuentos a los parados que presenten la cartilla que lo acredite

P. S. F.

SANTIAGO

01 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En tiempos de crisis la imaginación juega un papel muy importante. Por eso la cafetería Alborada, situada en la Avenida da Mahía de Bertamiráns, va a empezar una nueva campaña de descuentos a parados. «Un día hablando en el bar nos surgió la idea de hacer un juego de palabras con Alborada por la película Los lunes al sol, explica Begoña, dueña de la cafetería. Y es que en los folletos que tienen preparados para anunciar esta nueva iniciativa se puede leer: «Os luns ao sol do Alborada».

La propuesta arranca hoy y está dirigida a los parados, ya que al presentar la cartilla del paro las consumiciones tienen un 10% de descuento. Pero esta no es la primera iniciativa de este establecimiento amiense. Begoña indica que «siempre intentamos hacer cosas diferentes». Una de las ideas que Begoña intentó llevar adelante fue la conocida como bookcrossing, «pero está costando un poco ponerla en marcha», explica. Esta idea consiste en crear una biblioteca a nivel mundial, de forma que existen diversos puntos en los que la gente deja libros para que otras personas los cojan, los lean y los devuelvan, no necesariamente en el mismo lugar en donde se recoge. «En momento de crisis me pareció una buena idea, pero la gente no se animó», comenta Begoña y añade que «el Café Bar Alborada solo sería un lugar de encuentro, donde abandonar libros, por un lado, y por otro, donde recogerlos».

En los seis años que lleva ella en esta cafetería ha realizado diferentes ideas e iniciativas para animar a sus clientes, como la puesta en marcha de una tarjeta en la que cada vez que se toma una copa ella pone un sello y a cada cinco sellos una copa sale gratis. «La tarjeta funcionó bien, pero ahora vamos a empezar con el descuento a los parados», indica.

Espacio para niños

La cafetería no es demasiado grande, pero hay espacio para todos. Al entrar llama la atención a la derecha una pequeña mesa con dos sillas. «Ese es el rincón de los niños, así se entretienen mientras los padres toman algo», explica. Allí también hay una estantería repleta de juegos de mesa y una diana en la que afinar la puntería. En una de las paredes del fondo se puede leer el nombre del local, pero con una decoración muy especial, ya que cada una de ellas está formada por fotos de los clientes habituales.

Pero no solo los pequeños tienen su espacio. «El local tiene wifi y tenemos un ordenador para que los que quieran puedan consultar Internet», indica Begoña. Otra novedad que ofrece el Alborada es la opción de adquirir café para llevar. «Fuimos de los primeros en ofrecerlo», dice Begoña y explica que es una opción muy práctica tanto para la gente de la zona como para ellos ya que «al llevar el café a veces se caía por el camino y en otras ocasiones no recuperábamos las tazas y así es mejor para todos».

Detrás de la barra, además de Begoña, son Pili y Nica los que ponen la cara amable del local y tratan a sus clientes como si fuesen amigos. Begoña anuncia que «en breve sacaremos nuestra página web».