Luís Higinio Flores muestra el rastro del hombre en el paisaje

Stela Sánchez

SANTIAGO CIUDAD

El Museo do Pobo Galego inaugura hoy «Paisaxes humanizadas, terras vividas».

01 oct 2008 . Actualizado a las 11:26 h.

El fotógrafo Luís Higinio Flores Rivas expone en el Museo do Pobo Galego la muestra Paisaxes Humanizadas, Terras Vividas. La secretaria del Museo do Pobo Galego, María Xosé Fernández, presentó esta exposición como «un complemento ao resto do museo polos seus valores paisajísticos, estéticos e naturais, intrínsecamente ligados á cultura galega». Esta es la cuarta ocasión en la que el fotógrafo lugués colabora con el Museo do Pobo Galego.

El título de la muestra resume el contenido de la misma: una colección de 60 fotografías del agro lugués, a través de las cuales el autor representa la retroalimentación entre el espacio natural y el ser humano que lo ocupa. El comisario de la exposición, José Luis Mingote Calderón, explica que, «Higinio deja constancia de una riqueza patrimonial y paisajística, difícilmente mostrable al público por otras vías que no fuesen la gráfica o audiovisual».

Además del contenido técnico, científico y antropológico, la exposición ofrece una importante carga estética. No hace falta ser un especialista para disfrutarla, «cualquier persona puede verla de forma agradable», comenta Mingote Calderón. Para el ciudadano, cada una de las 60 imágenes remiten a una visión idílica del campo y sus paisajes.

Pero Higinio quiere ir más allá del mero aspecto estético. Al mismo tiempo que comparte esos espacios con el público, pretende sensibilizar. Su trabajo es el de un cronista fotográfico de los paisajes que, según él mismo, «se están transformando e poderían chegar a desaparecer porque as costumes cambian». Las imágenes, aunque en ningún momento recogen presencia humana, cuentan las pequeñas historias de los trabajadores que se adaptaron a la convivencia con el medio natural, dejando en él su impronta.

Para el urbanita que se acerque a visitar la colección, será una sorpresa la facilidad con que los habitantes del campo sortean las dificultades que el medio natural les pone, reciclando y dando segundos usos a todo lo que parece que, en principio, sobra.

A pesar de que todas las fotos han sido tomadas en la provincia de Lugo, no solo intentan retratar los paisajes de esta tierra, ya que, como afirma el comisario, «en muchos casos lo que es muy local, también puede ser muy general, incluso universal». Algunas soluciones técnicas pueden encontrarse en lugares muy diversos, a veces separados por cientos de kilómetros. «Lo local y lo global en la cultura preindustrial pueden ser muy parecidos», aclara Mingote Calderón. Es por esto que no se descarta que la exposición pueda convertirse en itinerante.