Barro-Meis dejará de ser en breve un desierto industrial icono de la crisis. Una empresa que produce encofrados para prefabricados de hormigón será la primera en instalarse sobre una parcela de unos 2.500 metros. La previsión es que Caenor (Caldereirías e Estruturas do Noroeste) pueda funcionar en diciembre y que cree los primeros diez empleos.
Las obras de la nave de esta firma -que pagó 260.000 euros por la parcela pensando en su ubicación estratégica junto a la AP-9 y la autovía de O Salnés, según señaló su propietaria, Enma Medrano- fueron visitadas ayer por responsables de la Diputación y de concellos cercanos. Hasta Barro Meis se desplazaron el presidente del ente provincial, Rafael Louzán, el vicepresidente José Juan Durán, el alcalde de Barro, José Antonio Landín Eirín y el delegado de la Xunta, José Manuel Cores.
Louzán se declaró «moi satisfeito» de que Barro-Meis cuente «coa primeira criatura» y señaló que el Concello tramita ya la aprobación de otros tres expedientes más para otras tantas empresas. El presidente de la Diputación se mostró esperanzado en que el polígono, que ya recibió 20 millones de inversión, sirva de trampolín para la creación de empleo en Barro, Pontevedra, Caldas y O Salnés cuando se produzca la salida de la crisis. De momento, las empresas que deseen instalarse podrán aplazar hasta cinco años un 75% de los pagos. Hay unas 50 parcelas todavía por vender.