Arte con inspiración literaria

Chelo Lago redac.pontevedra@lavoz.es

PONTEVEDRA

15 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Pintura acrílica sobre tablero, serigrafías, plumillas de tinta china, esculturas en madera, bronce y plata y arte fotodigital componen la variada muestra que el polifacético artista Agustín Pousseu presenta durante este mes en el Palacete de las Mendoza, sede de Turismo Rías Baixas. «Tengo pasión -dice el autor- por contemplar mi ideario artístico desde prismas diversos, lo que me obliga a un esfuerzo adicional de aprendizaje de las distintas técnicas expresivas, pero vale la pena». Este arquitecto nacido en Brasil, de familia gallega que retornó con apenas 8 años a Bueu, no exponía en Pontevedra, ciudad en donde vive, desde el 2007. El catálogo de la muestra, que puede visitarse hasta el 30 de mayo, se titula El bosque de acivro, igual que su primer libro, editado en junio del 2008, y en el que hacía un canto a la libertad para explicar el acto creativo. En el mismo plasma sus pensamientos sobre su idea del mundo, utilizando como pretexto las razones por las que una persona ejerce el arte. Se trata de un relato novelado, escrito en prosa poética, en gallego y castellano, que está ilustrado con setenta obras del autor y ambientado en la Ribera Sacra de Lugo.

Pousseu se define como un expresionista figurativo al que la actividad artística le aporta la posibilidad de conocerse a sí mismo y a los demás. «En cada trabajo -comenta- amplías información acerca del tema a plasmar, entre dos potentes vectores de fuerza: el de la razón y el de la emoción. Es un irrenunciable modo de vida». Entusiasta de la idea del «artista total» del Renacimiento, sus referentes son Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. También diferencia al artista creador del recreador. «Son referentes creadores Cézanne, Van Gogh y Braque. Y el gran recreador es Picasso», afirma. Por eso se siente ajeno al arte contemporáneo y las instalaciones. «Para mí son curiosidades totalmente ajenas a mis necesidades espirituales, que respeto -dice-. Creo que sería de interés que su puesta en valor dependiera directamente de la opinión del público y no del abrumador respaldo de la Administración. También mi arte es contemporáneo y merece la misma valoración y apoyo de las instituciones». Viscasillas. Otro pintor afincado en Pontevedra, Fernando Viscasillas, es noticia por mostrar su obra en la Fundación Wenceslao Fernández Flórez, en Cecebre, Cambre. Se trata de una exposición surgida hace unos meses en una comida entre el artista y Antonio Montero, director de la citada Fundación y director gerente del Museo de Pontevedra. El pintor había expuesto poco tiempo antes unas tauromaquias en Tokio, y relataba con pasión taurina el buen gusto de los japoneses por su afición a todo lo que rodeaba a la llamada fiesta nacional, cuando Montero, antitaurino convencido, lo retó a hacer una exposición sobre El toro, el torero y el gato. Se trata de un libro ferozmente antitaurino de Fernández Flórez escrito durante los años treinta del pasado siglo, y que marcó una postura insólita en una época en la que el arte de cúchares no tenía detractores y Belmonte y Joselito eran un referente. Por supuesto que Viscasillas recogió el guante y el resultado son los diez acrílicos sobre papel, de dos metros de alto por 60 centímetros de ancho, que cuelgan a modo de banderas de unas perchas rojas en la sede de la Fundación ubicada en la casa natal del escritor. Desplante torero. El buen humor mostrado en la polémica que dio origen a la muestra se plasmó también en la inauguración, en la que Antonio Montero y varios actores del grupo de teatro Fás que fás, de la Fundación Wenceslao Fernández Flórez, leyeron parte de las crónicas del libro, especialmente escogidas por su marcado carácter antitaurino, mientras el pintor aguantaba el tipo y permanecía impasible al más puro estilo del diestro Manolete, mirando de perfil al tendido. Cuando le llegó el turno, remató la faena ante uno de sus cuadros en el que se recordaba a numerosos artistas e intelectuales que a lo largo de la historia ensalzaron la fiesta de los toros, desde Cervantes a Valle Inclán, Goya, Dalí, Picasso, Borges, Neruda, Alberti, Tirso, Miguel Hernández, Cocteau... y aludió a las palabras de García Lorca: «El toreo es probablemente la riqueza poética y vital de España. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo». Para finalizar, el artista lanzó un comentario en plan desplante de lo más taurino: «Al que no le gusten las ostras, que no las coma», que casi lo fuerza a salir a hombros en un territorio sanamente hostil. La sangre no llegó al ruedo, como no podía ser menos, y todo acabó como suele acabar en Galicia, con una buena cena a base de productos de la tierra. La muestra estará abierta hasta finales de este mes de mayo.