Los lobos han protagonizado desde siempre ataques a los rebaños del municipio de Rodeiro, pero pocas veces se acercaron tanto al pueblo como el pasado sábado, cuando al menos dos animales entraron a plena luz del día en una finca situada a pocos metros del casco urbano y diezmaron un rebaño de ovejas.
El propietario, Javier Hermida, ya sufrió incursiones de los lobos en otras ocasiones, la última hace poco tiempo, en el otro lado del pueblo pero también a poca distancias de las casas. El ataque del sábado se produjo mucho más cerca del pueblo, y es casi seguro que un movimiento o voz de algún vecino salvó a varias de las ovejas, entre la que había algunos corderos. De las más de 25 que pastaban en ese momento en la finca, 15 resultaron muertas.
Nadie se dio cuenta del ataque, y fue la hija del ganadero la que se encontró con las ovejas muertas sobre las siete de la tarde. El ataque pudo producirse un par de horas antes. Los vecinos recuerdan algunas otras incursiones de los lobos a la luz del día, pero nunca tan cerca del pueblo. Ello está alimentando el temor y un cierto miedo de algunos; otros piden ya batidas.