Parece que la nueva balaustrada instalada a pie de la iglesia parroquial de Raxó gusta poco. De hecho, el Partido Popular de Poio preguntará en la próxima sesión de la comisión de Urbanismo si el elemento «va a quedar tal y como está». El portavoz de la agrupación conservadora, Javier Domínguez, afirmó que la balaustrada «canta un poco», puesto que tiene un color demasiado claro para lo que es su propio entorno y la fachada del templo. «La verdad es que no nos gusta como queda», detalló Domínguez.
A algunos vecinos de la zona tampoco les convence la nueva imagen de la balaustrada. La reparación del elemento en un principio iba a limitarse a la limpieza de la piedra. No obstante, el Concello decidió sustituir parte de la misma con piedra del país ante el deterioro que presentaba la antigua. La inversión municipal para la pieza arquitectónica fue de 6.000 euros.