«Solo soy Federico, ¡qué más quisiera que ser Félix Rodríguez de la Fuente!»

PONTEVEDRA

El naturalista y productor audiovisual se muestra encantado de que las mascotas de su casa se conviertan en actores de sus documentales y de pagarles con comida

01 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Lo primero que Federico de la Peña quiere dejar claro es que todos los animales que tiene en el jardín de su casa están autorizados por la Consellería de Medio Ambiente. Apasionado de los animales, reconoce que hay que nacer para esto y tener cualidades: «Sensibilidad, paciencia, intuición y curiosidad», son las principales aptitudes, según De la Peña, para ser naturalista.

En su jardín Federico ha creado un laboratorio experimental donde adiestra a todo un abanico de personajillos exóticos: raposos, jabalíes, erizos, búhos, culebras, víboras, ratas... «Son mis empleados, les pago con comida», asegura. Además, reconoce que le encanta su jardín porque «es la base real de mi granja de actores y paso aquí entre dos y tres horas al día».

Pero De la Peña, no se muestra partidario del cautiverio de animales exóticos en hogares: «Deben estar en buenas condiciones y, sobre todo, deben adquirirse de forma legal, porque pueden transmitir enfermedades al hombre».

Los documentales

Federico De la Peña trata de comunicar su pasión por la naturaleza a través de documentales, pero reconoce que es demasiado perfeccionista: «Siempre trato de superar mi última imagen pero jamás presionaré a los animales. Se necesita mucha paciencia», explica.

En estos momentos, De la Peña está rodando una serie documental para la televisión local, financiada por la Diputación, que cree que estará lista en la primavera del 2009. También tiene en mente realizar otro encargo para el Concello sobre las aves silvestres de Pontevedra. Según afirma, «estudios internacionales demuestran que la calidad de una ciudad se mide por el número de especies de aves que vivan en la localidad».

El productor audiovisual se siente decepcionado con la TVG. Asegura que se ha cansado de enviar proyectos y que se los rechazan «muy cortésmente».

De la Peña se considera una persona afortunada porque ha conseguido lograr de su afición una forma de vida, «creo que soy de los pocos que puede decir que vive de su afición y de los pocos naturalistas profesionales».

Uno de los aspectos de su profesión que le aporta más satisfacciones es la campaña El campo en la escuela: «Consiste en ir por colegios de la provincia, dos veces al año, en primavera y en otoño, impartiendo sesiones de naturaleza y tratando de desmitificar las viejas creencias sobre animales como que los sapos escupen veneno y cosas así», afirma. Además, el naturalista reconoce que los colegios están deseando que vuelvan cada año.

Félix Rodríguez de la Fuente.

Este mindoniense afincado en Pontevedra es considerado por muchos el Félix Rodríguez de la Fuente en versión gallega. Cuando se le hace esta pregunta, el naturalista se ríe y asegura que ya le gustaría ser el famoso narrador de El hombre y la tierra. «Tan solo soy Federico de la Peña, a secas. Que más quisiera que ser Félix Rodríguez de la Fuente. Su mujer me dijo que Félix es irrepetible, único. Para mí fue mi maestro». Otra persona que le inculcó el amor por la naturaleza fue su padre, que dejó de ser cazador y se convirtió en una amante del de la perdiz.

Elnosa, un peligro

Federico se siente encantado con la nueva imagen de la ciudad porque los parques están muy cuidados. Por lo está más preocupado es por la ría de Pontevedra. Asegura que «está mucho más contaminada que la Vigo, a pesar de que esta tiene más industria». Considera que lo ideal sería que Ence se trasladase a otro lugar, aunque también entiende a los trabajadores. «Ya no tenía por qué estar. Yo vivo enfrente. Me crié con Ence y que duda cabe que mejoró un montón. Antes destruía el hierro de los balcones». Considera un peligro que Elnosa esté ahí porque el plan de emergencia no se puede llevar a cabo: «Quién se queda en casa con las puertas cerradas, viendo la nube de cloro avanzar?, increpa.