La Cooperativa Vitivinícola, está poniendo en marcha en la presente vendimia un novedoso proyecto de investigación y desarrollo, pionero en España, que busca la mejora de la calificación de la uva de calidad y fija además un criterio unificador para su retribución, según explicó ayer el gerente de la bodega, Argimiro Levoso.
La nueva propuesta se basa en la clasificación de la uva mediante la visión artificial que pretende automatizar el proceso de valoración de la uva que llega a los diferentes centros de recogida de la Cooperativa. Con el uso de dichas técnicas se agilizan las tareas de supervisión de la calidad y se proporciona un criterio para su calificación y una herramienta fiable y objetiva para los viticultores asociados.
Este proyecto, que se aplica en naranjas y manzanas en otros puntos de España y también en Francia con la uva pero como aplicación comercial, se enmarca en los programas de acciones de cooperación para el desarrollo de nuevos productos y tecnologías de la Dirección General de Investigación y Formación Agroforestal de Medio Rural y aunque está liderado por la Cooperativa, participan también el Centro Tecnológico de la Carne y Alimentación de Galicia y, especialmente, el Laboratorio Oficial de Metrología de Galicia (LOMG).
La acción, que se desarrollará entre 2008 y 2010, está cofinanciada por el Feader, el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural con una inversión de 189.252 euros y busca, tal y como aseguró el presidente de la Cooperativa, Manuel García Montero, mejorar la calidad de la uva, como siempre hizo una bodega que ya fue referente en la reconversión del viñedo y ofreciendo asesoramiento técnico a los viticultores, explicó.
El sistema de visión artificial fotografía las uvas de los contenedores que entran en bodega para que una aplicación informática archive las características de color, estado sanitario y forma.
Una valoración visual que según Levoso, es de especial importancia al ser un factor determinante de la calificación de la uva por su calidad y porque determinan además el precio pagado al viticultor y la distribución interna de la bodega para la posterior elaboración de los vinos.