LLeva un año y un mes sentada al volante de los autobuses municipales. Adelaida Pérez (Ourense, 1969) es una de las dos mujeres en una plantilla de más de ochenta conductores. Ama su profesión porque, dice, que le gusta conducir y trabajar de cara al público.
-¿Qué es más difícil conducir o atender a los viajeros?
-A veces lo difícil es aceptar las críticas a tu manera de conducir, sobre todo, si vienen por las malas.
-¿Ser mujer le dificulta las cosas?
-La verdad es que fui muy bien acogida, tanto por los clientes como por los compañeros, que echan una mano en todo. Aún es hoy el día en el que recibo felicitaciones, aunque es verdad que estás ocho horas en la carretera, y golpes acabas dando, tanto los conductores veteranos como los nuevos.
-¿Cuáles son las líneas más complicadas?
-Me quedan una o dos solo por conocer. Las más duras son la línea 33, Quintela-Cumial, y la 14, O Viso-Cumial.
-¿Y los puntos negros del tráfico?
-La avenida de Zamora, algunas zonas en O Couto, que son muy estrechas, o tramos de la avenida de Santiago.
-Y los demás conductores, ¿os respetan?
-Los conductores ourensanos respetan poco al autobús. Siempre hay el clásico coche que cuando nos ve aceleran y no te deja meterte al carril.