Origami, el arte de regalar «envolviendo el corazón»

Efe

CULTURA

Según el maestro Kazuki Yamane, la práctica del origami simboliza una conjunción del «respeto» de Japón hacia «la belleza de la naturaleza».

17 ago 2010 . Actualizado a las 19:37 h.

El origami es algo más que el arte japonés de plegado de papel, según el maestro Kazuki Yamane, quien ha definido esa práctica de más de 600 años como una conjunción del «respeto» de Japón hacia «la belleza de la naturaleza» y una forma de regalar «envolviendo el corazón».

«Hoy hacemos un regalo pensando en su valor monetario, como los coches y las joyas. Cuando envolvemos un regalo siguiendo el arte del origami, envolvemos nuestro corazón en él», ha explicado el maestro, que imparte un taller en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander (UIMP).

Para Kazuki Yamane, la actual expansión de este arte, que el considera más acertado llamar origata, se debe a «una modificación e innovación de la idea original», que se aleja de la «tradición pura» porque pierde simbolismo.

El maestro ha explicado que la palabra origami, que emplea un tipo de papel «respetuoso con la naturaleza y sostenible» porque se saca de la corteza de la morera, era un tipo de pliegue que sólo podía llevar a cabo el emperador japonés.

Anteriormente, según ha contado la artista especializada en origami Ana Romero, conocida como Origlam, el origami era la «práctica de entregar papel para doblar un regalo» y también un símbolo de «pureza y jerarquía» que pasó de las «clases más ricas a las pobres».

Secundando la opinión del maestro, Origlam ha afirmado que, tras la Segunda Guerra Mundial y por «un sentimiento de culpa nacional», el arte del origami como «práctica cotidiana» está desapareciendo y «apenas quedan rastros en la memoria colectiva».

La profesora ha querido resaltar la faceta «terapéutica, de meditación y contemplación» del origami, que ha considerado una especie de «yoga mental».

Y en esa línea, ha criticado que actualmente se esté confundiendo el término con la papiroflexia y ha querido resaltar la profundidad de este arte: «Cuando hacemos un conejo o un dinosaurio en papel no podemos llamarlo origami porque sería una corrupción de la práctica».

El origami se distingue de la papiroflexia porque en él se emplea un solo papel, que solo puede doblarse y no puede cortarse ni pegarse, a diferencia de otras técnicas que sí permiten los cortes y el uso de pegamentos y grapas.