La exposición, la principal cita con la plástica del programa del Xacobeo, se inaugura el jueves
26 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Arte moderno o histórico, laico o religioso, arte a fin de cuentas. Santiago acogerá a partir de esta semana la mayor exposición plástica del Xacobeo, en la cual algunos de los tesoros más valiosos del cabildo catedralicio convivirán frente a frente con obras maestras del arte contemporáneo de carácter laico pertenecientes a los fondos de la Fundación Caixa Galicia. La intención es mostrar que existen nexos comunes a toda obra arte independientemente de su procedencia.
La muestra, titulada Santiago, punto de encontro. Obras mestras da catedral de Santiago e Caixa Galicia , se inaugurará el jueves en la Fundación Caixa Galicia en la rúa do Vilar y permanecerá abierta hasta noviembre como acto destacado de la programación del Xacobeo 2010.
Cincuenta piezas, seleccionadas a partes iguales entre obras sacras y obras contemporáneas, se reparten a lo largo de diez apartados y temáticas para establecer un diálogo frente a frente. Piezas del maestro Mateo convivirán con trabajos de Dalí, Picasso, Mallo, Seoane, Lugrís y Leiro, entre otros.
«Para poder poner en relación ambos grupos, en la exposición se habla del hecho artístico en sí, del arte como cultura -explica Juan Monterroso, uno de los comisarios de la muestra-. Intentamos ver qué hay de esencial en estas creaciones humanas, cuál es el sustrato común». Esta confrontación es lo que da un carácter novedoso a esta exposición. «No buscamos la provocación por la provocación, sino invitar a la reflexión y también sorprender», afirma Monterroso, quien asegura que las pequeñas fricciones que puedan surgir por la convivencia de obras de procedencia tan dispar debe limarlas la perspectiva de que fueron creadas con casi un milenio de diferencia, del siglo XII al XXI.
Cabezudos del siglo XVIII se contraponen con Las máscaras, de Maruja Mallo, para demostrar que la caricatura y la deformación del canon de los cuerpos es un lenguaje del arte. Del mismo modo, habrá salas dedicadas a imágenes incómodas, a poner en valor los pequeños detalles, a la liturgia de lo cotidiano o a reflexionar sobre el origen del mundo.