Tres de cada cuatro salas de cine de Cataluña fueron ayer a la huelga

Celtia Traviesas

CULTURA

La mayoría de los exhibidores apagaron ayer sus pantallas en protesta por la nueva ley de la Generalitat

02 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Muchos catalanes que ayer habían decidido ir a ver una película al cine se toparon con las puertas cerradas y un cartel: «Cerrado en protesta por la ley del cine». La huelga de las salas de exhibición de Cataluña, convocada por patronal y sindicatos, fue secundada por el 75% de los locales. En la capital, Barcelona, solo abrieron tres cines. El resto permanecían cerrados para protestar por una ley que el Gobierno catalán quiere aprobar en trámite de urgencia y que les obligará a exhibir la mitad de las películas en catalán y la otra mitad en castellano.

Es una reivindicación lingüística histórica, aseguran desde el Gobierno catalán, «que garantiza el derecho de los ciudadanos a escoger la lengua en la que quieren ver cine».

Pero los empresarios han puesto el grito en el cielo porque auguran que esta ley será la ruina del sector. «En este escenario a las distribuidoras no les será rentable distribuir copias para Cataluña. Nos llegarán menos películas, tendremos menos espectadores, habrá que cerrar salas y los trabajadores irán al paro», dice Camilo Tarrazón, presidente del Gremio de Empresarios de Cine de Cataluña.

«No se trata de catalán sí catalán no, se trata de que esta ley no incentiva sino que impone, prohíbe, establece cuotas y sanciona», señala Tarrazón, que se pregunta por qué hay que regular cuotas del 50% en castellano y el 50% en catalán. «Si el público quiere el 70% en catalán, lo haremos, y si quiere el 30%, pues también», afirma.

Cuotas reales del 70%

La realidad de Cataluña señala que cuando, en igualdad de condiciones y en los mismos cines, se proyecta la misma película en castellano y en catalán, la primera recauda el 70% y la segunda el 30%. «La sociedad catalana es bilingüe, y nadie deja de ver una película que le interese porque esté en castellano, sin embargo, los empresarios temen que al revés sí ocurra», augura el presidente de los empresarios.

La complicada película del cine catalán lleva forjándose desde marzo, cuando se hizo público el borrador de la ley. Desde los sectores catalanistas recuerdan que, cada vez que la Administración ha planteado leyes de normalización lingüística en sectores como la televisión pública o los diarios, siempre hay una parte de la sociedad que se pone catastrofista y augura lo peor. «Es probable que si hace 20 años se hubiese aprobado una ley del cine parecida a la que ahora propone la Consejería de Cultura, algunos empresarios hubiesen atribuido el descenso del número de espectadores que se ha producido los últimos años al hecho del doblaje en catalán. Sin embargo, la disminución del número de espectadores en las sales de cine es debido al impacto de la televisión y a la descarga de películas por Internet», afirman desde la plataforma Omnium Cultural, que trabaja por la promoción de la lengua catalana desde 1961.

La huelga ha querido escenificar que esta ley no se ha hecho en consenso, sino en contra del sector. Esquerra Republicana hizo un llamamiento a la gente para que asistiera ayer masivamente a las salas abiertas, pero no se notó el impacto. PSC e Iniciativa per Catalunya, socios de gobierno, consideraron inaceptable la huelga. CIU reclama que la ley se haga en consenso.