La Tate Modern repasa el legado histórico del Pop Art

Joaquín Rábago

CULTURA

En la tienda del cuarto piso de la Tate venden reproducciones de las serigrafías de Marilyn Monroe.

30 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Andy Warhol dijo una vez, con una mezcla de aplastante sinceridad y cinismo, que «un buen negocio es el mejor arte», y ese es el punto de partida de la exposición que la galería Tate Modern de Londres dedica al legado del Pop Art. Pop Life. Arte en un mundo material , que podrá verse del 1 de octubre hasta el 17 de enero del próximo año, es sin duda una exposición que atraerá -no hay que adivinarlo- a un gran público, sobre todo joven. En la tienda del cuarto piso de la Tate venden reproducciones de las serigrafías de Marilyn Monroe, de Andy Warhol, un póster con el conejo de acero inoxidable de Jeff Koons, y camisetas con las palabras «Pop Life» o con una de las imágenes icónicas de Keith Haring que representa a un niño a gatas que parece despedir radiaciones. También están a la venta camisetas y bolsas de la británica Tracey Emin con la figura de un gato, reproducciones de la calavera incrustada de diamantes de Damien Hirst y cojines en forma de girasoles de colores o pelotas con el mismo motivo del japonés Takashi Murakami.

Venta de camisetas

La venta de camisetas continúa dentro de la exposición, donde se ha reproducido casi fielmente la famosa tienda que con el apoyo de su amigo Warhol abrió Haring en Nueva York en 1986 y cuyas paredes, techo y suelo estaban -y están también en la Tate- totalmente cubiertas de sus famosos grafitis mientras suena un disco de música rap.

En las paredes cuelgan otras camisetas diseñadas por él, piezas únicas que, sin embargo, no se venden, según explican fuentes de la galería, y obras con imágenes contra la plaga del sida, a la que él mismo sucumbió en el año 1990.