El nuevo modelo O Castro: flores de plástico y videopantallas en bucle

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

La reforma del entorno del parque lleva aparejada otra forma de entender la naturaleza

16 abr 2024 . Actualizado a las 00:45 h.

Desde un año antes del inicio de la pandemia, los jardines del monte O Castro sufren una paulatina y discreta transformación, El proyecto municipal que tenían como objetivo poner en valor la construcción fortificada que corona el parque urbano y preveían la tala de quince árboles de gran porte (que al final resultaron ser unos cuantos más), ha ido acompañado de sutiles cambios. El plan se ejecutó sin debate, siguiendo un plan que daba prioridad sobre el entorno natural y mayor visibilidad a la construcción militar del siglo XVII, justificada en reflexiones como la siguiente: «Al perder la jurisdicción militar perdió su autoridad sobre el paisaje. La ciudad asignó a la zona nuevas funciones y con el paso del tiempo el ocio fue su principal uso. El rotundo éxito social del parque construido en su entorno significó la lenta pero continua pérdida de importancia de las murallas respecto del arbolado». Con esta actuación complementada con muchas otras, se ha optado por ignorar este momento en el que acecha el cambio climático y las ciudades buscan primar espacios naturales que ofrezcan unas condiciones ambientales benignas para protegerse de un contexto desfavorable.

Además de las continuas talas de árboles de gran porte por toda la ciudad, hay detalles menos evidentes en O Castro. Un ejemplo flagrante de este proceder son las perfectas flores que coronan macetas de piedra en la rotonda de entrada a la fortaleza. El buen estado de las mismas llama especialmente la atención en el entorno. Pero hay truco. Los pétalos amarillos de las flores que despuntan en el ramo, las lavandas erguidas como palos en una cama de frondosos vegetales, son de plástico. El uso de semejante ardid expresa la parte más descarada de una burla ridícula. «Llevan más de un mes ahí», señala Ricardo, visitante habitual del parque con su esposa. «Estaban tan bonitas que nos llamó la atención que ni los temporales pudieran con ellas. Nos acercamos y ya disipamos las dudas», explica extrañado de que los jardineros que se ocupan del cuidado de la vegetación recurran a estos materiales.

El educador medioambiental Antón Lois señala sobre este hallazgo que «si es el Concello el responsable, y en todo caso es su deber supervisar este tipo de actuaciones, sería la metáfora perfecta de la política ambiental y de zonas verdes de este ayuntamiento». El experto indica que «llevamos diciendo desde hace tiempo que una más que posible justificación para las podas salvajes que se llevan a cabo es la económica, el mantenimiento de arbustos y plantas es mucho más barato que el que requieren los árboles de gran porte, y las de plástico no hay que regarlas ni reponerlas ni nada de nada».

La asociación Veciños Zona Centro opina que «empezar a utilizar el plástico sería coherente con su política medioambiental. Igual que eliminan árboles de gran porte y se cementan plazas para ahorrar en mantenimiento utilizar las llamadas flores de los muertos, sería un paso lógico».

Oscar Vázquez

No es el único detalle chocante en el espacio verde que se ha convertido en foco de buscadores de selfis en autobuses turísticos que no apagan el motor mientras esperan a sus clientes. La reforma del entorno amurallado incluyó también la sutil sustitución de césped natural por rollos de tapete, creando microjardines alrededor de algunos árboles acotados por cantos rodados de estilo zen. Además, la musealización de los túneles incluyó la colocación de pantallas de vídeo que funcionan en bucle sin posibilidad de pararlas ni bajarles el sonido. «No se escuchan ni los pájaros», lamenta un turista contrariado.

La última tala, en el jardín de la playa de A Foz, que admite perros

Las talas y podas extremas continúan. No todas se anuncian, como ha ocurrido con los árboles de gran porte que los operarios de Parques y Jardines procedieron a cortar y retirar este fin de semana en el jardín con asientos y una fuente que hay en la bajada de la playa de A Foz, arenal donde los ciudadanos pueden acudir con sus perros, ahora y en temporada estival.

El Concello de Vigo inició el mes pasado la tala de varias especies de árboles de gran porte en sendas calles de Vigo. Los trabajadores comenzaron por un parque que se encuentra entre la avenida Arquitecto Palacios y la calle Torres Quiroga, entre la circunvalación y el museo Liste, y después se sumaron a la tarea en los castaños de Indias que quedaban (ya habían talado otros hace unos años) en la calle Manuel Olivié, la vía comunica la plaza de España con el parque de O Castro. Ahora ya no queda ninguno. Los paseantes la recorren a pleno sol. El plan incluye actuar también en los en los taludes de Falperra y Subida á Costa. El grupo municipal del BNG reclamó al alcalde «que garde a motoserra» y el PP pidió «pruebas que demuestren que estaban enfermos o suponían un riesgo evidente para peatones y el tráfico».