Un parque arrasado por la Navidad

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOÁN CARLOS GIL

La feria de dinosaurios estropea el jardín de la Comandancia que deberá pagar el Concello

19 feb 2024 . Actualizado a las 19:56 h.

El éxito de público de la Navidad de Vigo tiene sus luces y sus sombras. La parte oscura son los restos de la fiesta, lo que queda después de una gran celebración. Como en todo evento, cuando se retira el montaje es cuando se pueden ver los desperfectos. En el aparataje navideño vigués, el efecto colateral más visible se puede apreciar en la actualidad en el parque de los jardines González de Haz, completamente arrasado. El espacio de ocio frente a la Comandancia de Marina fue ocupado durante casi dos meses por la exposición de dinosaurios añadida a la feria pegada al mercadillo de la Alameda. «Instalar una exposición de dinosaurios, o de lo que sea, sobre un parque infantil quizás no sea la mejor opción, cuando seguro que hay otras, si piensas en el bienestar de los ciudadanos», opina Alba Novoa, portavoz de la asociación Vigo Centro, creada por los vecinos de la zona afectados por la peor parte del evento que el Concello alarga desde mediados de noviembre hasta la mitad de enero.

El terreno sobre el que se colocó la atracción de dinosaurios fue pedido por el Ayuntamiento al Ministerio de Defensa: «Solicita autorización militar para la instalación de una exposición infantil-familiar, en el período entre el 25 de noviembre de 2023 hasta el 15 de enero de 2024, en los jardines González de Haz», se puede leer en el documento de uso público autorizado por el director general de Infraestructuras. Pero el montaje no comenzó a retirarse hasta el 6 de febrero, fecha en la que los operarios comenzaron por llevarse el braquiosaurio que hacía de reclamo con rugido incluido, en la acera al lado de la entrada al párking.

Además, el permiso concedido estaba condicionado expresamente al cumplimiento de una serie de requerimientos expuestos por la división de Logística del Estado Mayor de la Armada. Entre ellos, la «presencia permanente de personal de la Policía Local durante el período de operación de las infraestructuras recreativas», que no se produjo más que en momentos puntuales. El documento recoge, además, que el Concello deberá «comprometerse a reparar los desperfectos que se produzcan debido a la instalación, uso y retirada de toda la infraestructura. A tal efecto y al finalizar la retirada de todo el equipamiento instalado, se llevará a cabo una inspección conjunta (Defensa-Ayuntamiento) de todos los espacios, levantándose acta de los daños, así como del compromiso y plazo». La realización de dicha inspección, así como de los gastos que ha generado el destrozo que deberán asumir las arcas municipales, no se ha hecho pública todavía.

Mientras tanto, los paseantes contemplan estupefactos el estado en que ha quedado el parque. «Parece que los dinosaurios eran de verdad y por las noches hacían fiestas, se debieron montaron unas peleas que no veas», bromea la trabajadora de uno de los restaurantes situados frente al barrizal en que se ha convertido el jardín.

Las furgonetas de Ximénez siguen trabajando por las calles de Vigo con el desmontaje

El montaje de los 11,5 millones de leds, según la cifra oficial, contratados por el Concello de Vigo a la empresa de iluminación Ximénez para alumbrar el planeta en la Navidad más larga de Europa empezó este año tarde por razones burocráticas. El día del encendido oficial todavía faltaba por adornar más de la mitad de las calles previstas. Las quejas se escuchaban en numerosos barrios de la ciudad donde no había ni una triste bombilla, desde O Calvario hasta Coia, pasando por la zona de Povisa, donde los residentes se quejaban de que se habían olvidado de ellos. Poco a poco fueron llegando las bombillas, que luego, curiosamente, también tardaron en apagarse, quizás para compensar. Los trabajadores de Ximénez siguen retirando luces y estructuras, como los paneles de luz de la caja de regalo esta semana en Gran Vía, aunque para llevarse los pilotes principales tienen hasta que acabe este mes.

El acto de apagado oficial fue el domingo, 14 de enero. Pero el domingo, 21 de enero, y el siguiente, el 28 de enero, y otro más, el 4 de febrero, las luces de la Gran Vía desde plaza de América hasta plaza de España, seguían iluminadas. A 22 de enero, el Concello continuaba felicitando las fiestas al mundo desde la azotea del edificio municipal de la Praza do Rei con un luminoso de «Boas Festas». No llegó a tanto como con las bolas doradas de la araucaria de la Alameda, que no se retiraron hasta junio del año anterior a pesar de reiteradas denuncias de colectivos vecinales y grupos políticos como el BNG que llegó a advertir al alcalde que iban a llamar al Seprona «para facer cumprir a normativa medioambiental».