La Navidad de Vigo se apaga despacio

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

cedida

El cableado lumínico permanece en muchas calles y, en algunas, aún se enciende

24 ene 2024 . Actualizado a las 00:44 h.

No debe ser tan fácil apagar once millones y medio de leds. No tanto como encenderlos apretando un falso botón rojo que empuja la mano del alcalde de Vigo cuando decide que ya es Navidad aunque el calendario señale el 19 de noviembre, como ocurrió en la campaña del 2022. La del 2023 se retrasó al 25 de noviembre por problemas burocráticos que impidieron a la empresa Ximénez, a la que se adjudicó la concesión del alumbrado por cuatro años más, iniciar la instalación en tiempo y forma para poder cablear todo Vigo con guirnaldas de luz.

Abel Caballero convocó oficialmente un acto de apagado de las luces de Navidad el pasado domingo, 14 de enero. Hubo nuevamente cuenta atrás en castellano, inglés y gallego para escenificar la simulación y, efectivamente, las luces del cónico artefacto lumínico de la Porta do Sol y las de la plaza dejaron de alumbrar. Mientras, los operarios de la empresa iniciaban un periplo en furgoneta y escalera en ristre para acceder a los cuadros eléctricos con los que accionan o desactivan por zonas la iluminación navideña. La Alameda, por ejemplo, se fundió a negro un par de horas más tarde mientras el camarero de una pizzería exclamaba: ¡Ya era hora!

Han pasado ocho días desde entonces, y los trabajadores de Ximénez van enredando la madeja que fueron extendiendo por cientos de balcones, cornisas, pilotes, farolas, postes y todo lo que servían para sujetar cables de un lado a otro de calles, plazas y avenidas.

Este domingo, 21 de enero, una de las arterias principales de la ciudad seguía iluminada. Las luces de la Gran Vía desde plaza de América hasta plaza de España, que fueron las únicas que le correspondieron este año a la zona, sorprendían a los ciudadanos al hallarse de nuevo encendidas al anochecer. Lo mismo ocurría con el otro tramo de la calle, el que va desde plaza de España a Urzaiz. Los elementos verticales, básicamente los árboles envueltos en cable eléctrico, resplandecían de nuevo. En otras calles como Torrecedeira, los arcos luminosos con motivos navideños se empeñaban en brillar en toda su extensión.

Lo más curioso es que el Concello de Vigo, a 22 de enero, sigue felicitando las fiestas a todo el mundo desde la azotea del edificio municipal de la Praza do Rei: el «Boas Festas» colocado en las cuatro caras del inmueble se puede leer todavía en unos neones de color amarillo que se aprecian desde numerosos puntos de la ciudad.

El Concello de Vigo, a 22 de enero
El Concello de Vigo, a 22 de enero XOAN CARLOS GIL

La araucaria, en junio

El retraso en la retirada de la decoración navideña es, en algunos casos, inversamente proporcional a la prisa por ponerlos. El más flagrante es el que protagonizó el año pasado la araucaria de 30 metros de alto que fue adornada con bolas de plástico. Cientos de bolas doradas, muchas ya algunas rotas en el suelo, colgaron del imponente árbol centenario que se encuentra en el extremo de la plaza de Compostela más cercano a la calle García Olloqui. Y allí estuvieron hasta el 22 de junio, que fue cuando los operarios las retiraron al fin, tras reiteradas denuncias de colectivos vecinales y grupos políticos como el BNG que llegó a advertir al alcalde que iban a llamar al Seprona «para facer cumprir a normativa medioambiental».

La tardanza en retirar la estructura de madera del mercadillo navideño Cíes Market también fue muy criticada. Más de un mes después de la clausura oficial de la Navidad de Vigo no se había movido ni un tablón.

Otros elementos luminosos que se pusieron como motivos navideños alcanzaron después el estatus de decoración permanente con el beneplácito municipal. En la pérgola de madera de la reformada Ronda de Don Bosco los hosteleros, encantados con las luces que animan sus establecimientos, solicitaron al Concello que no los retirasen alegando que beneficiaban al entorno dando un ambiente cálido a la plaza de suelo de cemento.

Los vecinos de Vigo Centro reclaman al Concello agilidad en la retirada de la decoración

La Asociación de Vecinos Vigo Centro ha presentado una solicitud ante el Concello de Vigo y la concejalía de Seguridad porque, según alegan, transcurrida una semana desde el apagado de las luces «se están produciendo hechos que ponen en peligro la seguridad de los vigueses y que están ocasionando daños en materia de seguridad y medio ambiente en las calles y jardines ocupados por el Cíes Market y por los elementos decorativos abandonados en medio de la calzada».

Indican que la carpa de los dinosaurios situada en la calle Areal continúa montada a día de hoy «y ya son más de dos meses a los que se priva a los niños y a los ciudadanos el disfrute de estos jardines». Solicitan que se retire y se reacondicione el jardín.

También señalan que en la calle Policarpo Sanz y García Barbón se han abandonado tres estructuras de grandes dimensiones. En concreto, el castillo, la estrella polar y el muñeco de nieve. Piden que agilicen y prioricen la retirada de estos elementos de la vía pública y mientras tanto, los señalicen para advertir a los conductores de su presencia. Además, señalan que en los jardines de la Alameda se pueden encontrar multitud de cables, residuos, basura esparcida por todos los jardines y dentro de las casetas cuyo interior queda expuesto y solicitan que se retire inmediatamente todo ellos, y que tengan en cuenta que en estos jardines juegan niños y pasean ciudadanos y sus mascotas, por lo que consideran importante que no queden tornillos, maderas o residuos peligrosos. También se quejan del ruido que produce el desmontaje de la noria y el árbol, «sin respetar las horas y días de descanso de los vecinos».