Despidos, deudas exprés, malos tratos o conciliación familiar atascan los tribunales
03 ene 2024 . Actualizado a las 20:01 h.«Estamos agobiadísimos, nunca había visto nada igual», decía un letrado judicial de Vigo hace un par de meses en la Cidade da Xustiza. Este había pasado la mañana ordenando embargos a cuentas de morosos y tenía cien reclamaciones de deudas sobre la mesa. Su intuición fue correcta: este año Vigo registró un récord de demandas y denuncias: 50.311. O lo que es lo mismo: 140 asuntos nuevos al día y solo 38 jueces.
Los juzgados suelen servir como un termómetro de una crisis económica. Si los jueces reciben una montaña de demandas por impago de deudas es porque muchos no tienen dinero para saldar sus cuentas. Si las que no pagan son las empresas, la alarma es doble. En el 2007, un año antes de la crisis del ladrillo, los tribunales detectaron que subían mucho las demandas por impago de cheques y las peticiones de los bancos para ejecutar las hipotecas por no abonar las cuotas. La pista era buena porque hubo una oleada de desahucios en los siguientes años así como concursos de acreedores de empresas. Quince años después, algunos vuelven a oír cantar el pájaro en la mina: los juzgados de Vigo han registrado en el 2023 una avalancha de récord de demandas y denuncias. Son 50.311 asuntos, un 7,9 % mayor que hace un año y un 15 % que en el 2021. Se disparan las deudas exprés y los despidos, y las reclamaciones bancarias resurgen. Desde que finalizó la Gran Recesión en el 2016, Vigo no registraba cifras tan altas.
No hay pruebas de que se anticipe otro batacazo económico porque hay más explicaciones para la montaña de asuntos judiciales que recibe Vigo. Por ejemplo, el año pasado se registraron 7.568 procedimientos monitorios (casi mil deudas exprés más que en el 2022), la mayor cifra hasta ahora conocida. Pero muchas de esas reclamaciones las enviaron masivamente los fondos de recobro que compran lotes de deuda impagada y muy antigua. Reclaman hasta por un recibo de luz de 20 euros. Otras son por impagos en la tarjeta de financiación de compras del hipermercado o grandes almacenes o por los préstamos on line. Lo preocupante, dice un letrado, es que los morosos ya no puedan pagar.
Por otro lado, hubo la cifra récord de 432 juras de cuentas por clientes que no pagan a su abogado o la parte contraria no abona las costas del juicio. Pero la mayoría las presentó la misma persona, una procuradora de Madrid que pleitea contra un fondo de recobro por unas facturas.
Lo mismo ocurre con el repunte de las reclamaciones a la banca, generalmente por cláusulas suelo o gastos hipotecarios. Muchos pleitos los plantean los propios bancos al impugnar las tasaciones de costas y otros los presentan hipotecados de última hora que temen que caduquen sus derechos a recuperar los gastos. A ello se suma que el juzgado de lo mercantil prevé recibir 20.000 demandas contra el cartel de los coches por amañar sobreprecios.
En el ámbito social, la mala noticia son las demandas por despidos, que suman 1.350, la mayor cifra desde el 2016. A mayores, surgen fenómenos nuevos como el teletrabajo y que generan decenas de demandas relativas a la conciliación familiar.
Los juzgados de Instrucción tramitaron 18.542 asuntos nuevos en el 2023, los de Primera Instancia (civil) llegaron a los 21.259, en lo Social se registraron 7.239, en lo Contencioso-Administrativo hubo 791, en la sección penal de Violencia sobre la Mujer entraron 1.269 causas y otras 85 en la sección civil (divorcios de maltratadas). Además, los juzgados de lo Penal celebraron 1.126 juicios. A esta actividad judicial habría que añadir más de medio millar de asuntos del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra y miles de casos de las dos secciones de la Audiencia que tienen sede en Vigo pero su trabajo se contabilizada en Pontevedra.
El parón por las huelgas se notó en lo penal: el año con menos juicios desde la pandemia
A pesar del aumento de la litigiosidad en Vigo, hay dos datos simbólicos que se mantienen en niveles optimistas: hubo 543 demandas por desahucio, la más baja desde el 2016. Esto se debe a que el Gobierno dictó unas medidas de protección a las familias vulnerables o endureció las normas para quedarse con la casa de un hipotecado. El otro dato que apenas crece es el de las demandas de ejecución hipotecaria para subastar la vivienda o local por impago de cuotas: solo 81 casos, la mitad que hace ocho años.
En el ámbito penal, también se dan cifras altas. Vuelve el repunte de denuncias presentadas en los ocho juzgados de instrucción, que llegan a los 18.542 asuntos. Además, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo también batió su récord de denuncias, con 1.269, casi cien más que en el 2022. En el partido judicial, el año pasado fue especialmente negro porque hubo dos crímenes contra mujeres, uno en Baiona, por el que fue detenido su expareja. Además, fue asesinada una mujer de Vigo que ejercía la prostitución y cuyo cadáver apareció en O Porriño. La policía trabaja para averiguar quién es el autor.
Por contra, los tres juzgados de lo penal de Vigo hicieron en el 2023 la menor cifra de juicios desde el confinamiento y la huelga de funcionarios judiciales del 2018. Solo celebraron 1.126, cien menos respecto al 2022. La explicación es que en el invierno del 2023 hubo un parón de dos meses por la huelga de letrados judiciales y, en otoño, la de abogados del turno de oficio. Los juicios por lesiones y maltratos (140) son los que más se celebran en estos tribunales, seguido de robos con fuerza (126) y juicios rápidos a conductores ebrios (112).