Diez argumentos para acusar a Miro y Laureano de robar tres bancos en Vigo

Javier Romero Doniz
javier romero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Dos atracadores de sucursales que se han ganado la etiqueta de históricos

03 dic 2023 . Actualizado a las 19:25 h.

Edelmiro Fernández, alias Miro, y Laureano Fernández, alias Lauri, llevan tantos años atracando sucursales bancarias que se han ganado la etiqueta de históricos. Con peluca, gorro, máscaras, medias de mujer en la cara, gafas de sol o guantes forman su atrezzo para despistar. Conocen la profesión desde ha décadas y actualmente están en barbecho, durmiendo en prisión, acusados de una reincidencia inusual. Se les imputan tres atracados cometidos en sendas sucursales el 30 de abril del 2021, el 28 de octubre del 2022 y el pasado 3 de noviembre. Ese día no pudieron escapar, como en ocasiones anteriores. No lo sabían, pero sus pasos estaban marcados de cerca por la unidad especializada en atracos de la Policía Nacional de la Comisaría de Vigo.

La investigación duró dos años, implicó un trabajo de hormiguita, silencioso pero letal para los atracadores. Y es que relacionar con pruebas incriminatorias a las personas que ocultando sus rostros cometieron tres atracos en pareja, no resulta sencillo. La base de las pesquisas para consumar esta investigación retrospectiva se fundamenta en el patrón idéntico de actuación de los autores de los tres robos cometidos siempre en sucursales bancarias de Abanca: una en Coruxo, otra en la avenida del Aeropuerto, y el último en Coia.

La documentación policial judicializada expone que «en las tres ocasiones han seleccionado el horario de cierre de la oficina al público, que si bien puede tratarse de un modus operandi algo genérico, en los dos casos anteriores había coincidido en un viernes, igual que el pasado día 3 de noviembre cuando Laureano FernáNdez y Edelmiro Fernández fueron detenidos in fraganti». El sumario judicial añade que «al igual que el pasado 3 de noviembre, la manera de irrumpir en el interior de la oficina bancaria es siempre la misma: el individuo de estatura más alta, que correspondería a Laureano, y que además es quien siempre porta la pistola, es el encargado de acceder a la oficina en primer lugar, mientras que el sujeto de estatura más baja, que correspondería en este caso con Edelmiro, es quién le sigue a continuación, tal como puede verse en la siguiente secuencia de fotogramas».

A mayores, concluyen las diligencias policiales, ambos Fernández «emplean el mismo tipo de armas para cometer el hecho, el individuo más alto es quién porta la pistola, como Laureano el pasado 3 de noviembre, y el de estatura más baja, lleva siempre un cuchillo, como Edelmiro ese mismo día». Ya una vez dentro de la oficina —añade la Policía Nacional— «nos encontramos con un reparto de roles idéntico en los tres casos, el sujeto más alto (Laureano) es quién dirige la acción y además con el cometido de obligar al empleado a que haga la apertura de la caja fuerte y restantes dispositivos de almacenamiento de dinero, mientras que el de estatura más baja (Edelmiro) tendría como misión neutralizar y maniatar a los clientes y resto de empleados».

Respecto a este último detalle, para inmovilizarlos emplean siempre bridas de plástico de color blanco. Y la pistola intervenida a Laureano durante su detención tiene las mismas características (tamaño, color y cilindro que sobresale del cañón), que las empleadas por el individuo de más estatura en los otros dos hechos, tal como puede apreciarse en la comparativa de fotografías que se incorporan en las diligencias policiales.

En ninguno de los tres robos se emplearon vehículos previamente sustraídos. Para los investigadores, este hecho tendría como explicación que se desplazan hasta su objetivo, o proximidades, en vehículos propios, como el pasado 3 de noviembre, o bien que fuese facilitado por personas de su entorno. Como ya consta en las dos causas seguidas por los juzgados de instrucción 1 y 7 de Vigo, a raíz de los atracos anteriores, a los ahora detenidos, especialmente en el caso de Edelmiro, se les detectó un nivel adquisitivo y de gastos que no se correspondía con sus ingresos. Y que se relaciona con los botines obtenidos en los dos primeros atracos.

Pero las detenciones de ambos delincuentes consumados no solo implica reconstruir sus pasos en el pasado. En el registro efectuado en la vivienda de Edelmiro se localizaron algunas prendas de ropa que, si bien le podría resultar relativamente fácil justificar su posesión, no dejan de llamar la atención que sean idénticas a las empleadas en el atraco cometido el 28 de octubre del 2022. A mayores: otro aspecto a tener en cuenta es que en el registro efectuado en el domicilio de Edelmiro se localizaron 535 euros distribuida en tres billetes de 100, un billete de 10 y 45 billetes de cinco. «Llama poderosamente la atención —a ojos de la investigación— que el detenido haya logrado reunir una cantidad tan elevada, cuarenta y cinco billetes para ser exactos, de 5 euros. Además de trata de un tipo de billete que no es expedido por los cajeros automáticos, los cuales únicamente operan con valores de 50, 20 y 10».

La Policía Nacional considera, y así lo expone a los jueces, que es necesario «recordar que en los atracos anteriores, como en el ocurrido el pasado 3 de noviembre, se apropiaron de una gran cantidad de billetes de 5 euros, y por lo tanto esa cantidad de billetes podría tratarse todavía de parte del botín obtenido con anterioridad». Para distinguir los rostros tapados con las fotos de los detenidos, la investigación expone que de hacer «una comparativa entre uno de los fotogramas obtenidos de Laureano durante el atraco del pasado 3 de noviembre con el del 28 de octubre del 2022, se observa que, pese a cubrirse la cara con una media, permite apreciar que los rasgos faciales son idénticos». La rotundidad de los informes policiales fue decisiva para los atracadores ingresaran y sigan en prisión provisional.