La plaza de abastos de Redondela que no se reformó por la polémica firma se cae a pedazos

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera REDONDELA / LA VOZ

REDONDELA

Luis Carlos Llera

El Concello perdió la subvención de un proyecto de 1,6 millones de euros

17 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La plaza de abastos de Redondela se cae a trozos por filtraciones de agua que provocan desprendimientos del techo y las instalaciones resultan deficientes. El ascensor no funciona y por el techo se ven los agujeros por los que caen goteras. El suelo se encharca relata José Veiga, que sigue el lema «Me gusta la fruta» porque su frutería a la entrada del mercado ofrece un enorme abanico de posibilidades. «[Isabel Díaz] Ayuso nos ha hecho mucha campaña publicitaria a los fruteros», comenta de broma. Pero las deficiencias no son para reírse. «Me puedo quedar electrocutado cuando llueve y me cae agua encima cuando estoy manejando la maquina, así que tengo que moverla de sitio», cuenta otro titular de un puesto.

El mercado se reformó en el año 1992. En ese momento se cubrió parte de la superficie que no tenía paredes. Hace unos años se cambió el suelo y la iluminación. El año pasado se colocó un ascensor que no funciona actualmente y que lleva a una segunda planta que está vacía, con el techo deteriorado y de cuyas paredes cuelgan unos caros vinilos con fotografías y textos explicando las costumbres del choco de Redondela en su hábitat de la isla y la ensenada de San Simón, que forma parte de la Red Natura. «Hoy me han pedido unos chocos para Zaragoza, unos médicos que se han trasladado allí», cuenta la titular de pescado Trivi.

La plaza lleva años en mal estado pero la situación se ha agravado con los últimos temporales. Mirando los puestos el balance es desolador: 20 funcionando y 16 cerrados.

Los placeros exigen una reforma integral, pero de momento el Concello no actúa, aunque dice que lo hará. Un arquitecto presentó en el 2021, hace tres años, un proyecto de reforma del mercado de abastos que iba a costar más de 1,6 millones. El Concello presentó una petición de subvención al Gobierno de Pedro Sánchez dentro de los fondos europeos para el plan de resiliencia y recuperación, pero se desestimó la petición. Pero el gobierno local no tiró la toalla. En abril del 2023, poco antes de las elecciones municipales, el Concello presentó un nuevo escrito al Ministerio de Industria. La firma era confusa. En un primer momento «el técnico que suscribe informa que no ha redactado la memoria para concurrir a esta nueva convocatoria». En el expediente remitido a Madrid aparece una extraña firma digital. Partió de una dirección de ordenador de la concejalía de Urbanismo. La anterior responsable decidió abandonar el cargo tras las municipales.

El portavoz de la oposición, Javier Bas, señaló que posiblemente por las prisas habituales el Concello optó por presentar el mismo proyecto errado del 2021 «con copia y pega de la firma del arquitecto». Esto originó una disputa judicial entre la alcaldesa Digna Rivas y el exalcalde Javier Bas. La denuncia de Rivas acabó archivándose. Entonces, el PP espoleó la investigación interna, pero la búsqueda de posibles culpables políticos acabó en nada.

Este caso concluyó a principios de este año, cuando el Concello dio un carpetazo, ya que el arquitecto autor del proyecto aseguró en la investigación interna que su firma no había sido falsificada. Lo declaró ante el secretario del Concello. La anterior concejala se negó a aclarar algunas cuestiones. Y así quedó la cosa.

Pero al margen de las diatribas políticas, los comerciantes quieren que la plaza de abastos no se deteriore más y que se recupere como otros mercados municipales de Vigo o Pontevedra, donde se ha llevado a cabo una reforma profunda que atrae a los visitantes. El mercado de Redondela es histórico. La fachada de gran porte está hecha en granito y se encuentra bajo uno de los viaductos que recorre el municipio sorteando el valle que en su día estaba anegado por la marisma.

El pescadero Jacobo López señala que si el mercado estuviese en condiciones atraería a más publico y se impulsaría el comercio local. La asociación de empresarios del municipio y la de placero quieren que la plaza se arregle cuanto antes porque constituye un atractivo importante de la villa. «Vienen muchos peregrinos que hacen el camino de Santiago y quieren comprar fruta y productos frescos», cuenta un placero. En el mercado se pueden ver alimentos típicos que es difícil encontrar en otros lugares con el mismo porte y calidad, empezando por los grandes chocos de la ensenada de San Simón que en la plaza se venden cubiertos por su propia tinta natural, sin blanquear como ocurre en otras superficies comerciales. Hay puestos tradicionales que llevan dos y tres generaciones, cuenta Jacobo López que cumple 25 años retirando con destreza la piel, como lija, de las zapatas. Este pescado seco capturado en Gran Sol solo se consume en Vigo, Redondela, Marín y algunas villas de costa más.