Varalonga canta al mar a través de la poesía de Bernardino Graña

CANGAS

Xoán Carlos Gil

El grupo cangués tiene su origen en Nuevas Amistades, una formación que en los años setenta sorprendió en los festivales internacionales del Miño y Benidorm

13 abr 2023 . Actualizado a las 22:08 h.

«Unha panxolina no Luar fixo que volveramos a xuntarnos algúns», explica Honorato Parcero, bajo la atenta mirada de sus cinco compañeros en el grupo cangués Varalonga, que preparan los instrumentos para presentar su nuevo disco. Volvieron cuarenta años después de que colgaran los instrumentos, entonces bajo la denominación de Nuevas Amistades. Aquella formación había nacido en 1969 de la unión de dos enfermeras, una madrileña y la otra andaluza, recién llegadas a Cangas y cuatro jóvenes de la parroquia moañesa de Tirán. Denominaron aquel proyecto musical Nuevas Amistades y, entre sus grandes momentos, estuvo el tercer premio alcanzado en el Festival del Miño de 1970 en Ourense, con la canción Cantiga das fontes, y su presencia en el Festival de Benidorm de 1973. Aquella aventura, con algunas variaciones en la formación, concluyó en 1975, tras haber publicado dos elepés y varios sencillos.

Algunos de aquellos músicos fueron invitados en el año 2015 a participar en el programa de la TVG Luar. Tras la experiencia, varios de aquellos músicos decidieron afrontar un proyecto dedicado a los poetas populares de Cangas, para lo que contaron con la colaboración de la Asociación Cultural A Cepa, de Cangas. Seso Portela, Honorato Parcero, Toño Parcero y Daniel Gallego reunieron en un disco varias canciones a partir de poemas de Serafín Graña y José Santos, más conocido como Pepe, poeta. El grupo optó por un cambio de denominación. Eligieron el nombre de Varalonga, en homenaje al cierre del basurero de Cangas, ahora reconvertido en sendero.

Tras aquella grata experiencia, el grupo acaba de publicar y presentar su segunda entrega. Sempre mar es un disco de once canciones nacidas a partir de poemas de Bernardino Graña. «A poesía de Bernardino é un xeito de ver o mar aquel que, cando aínda non había dique, batía contra a vila, o mesmo mar que aprendeu do seu tío Emilio», señala Honorato Parcero antes de afrontar la interpretación A canción dos peixes, un swing con la intención didáctica de enseñara los niños los nombre gallegos de los peces.

Ahora la formación ya es de seis músicos, y la dirección artística y los arreglos de las canciones ha sido asumida por Pablo Costas. Y quién sabe. A lo mejor, dentro de algún tiempo llega otra entrega musicada de poemas nacidos del mar de Cangas. De momento, Sempre mar ya está a la venta y es una buena vía de acceder a la poética de Bernardino Graña.