La polaca Mónika Molenda elige Vigo para su primera muestra en España
27 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.No es fácil seguirle la pista a Monika Molenda (Zamosc, Polonia, 1976). La artista que entre 1996 y 2002 estudió escultura en las academias de bellas artes de Breslavia, Varsovia y Bratislava, huye de las redes sociales y su huella en internet es mínima, por lo que acercar a Vigo su trabajo como medallista, dedicación ya de por sí poco habitual, multiplica por diez (o más) el interés. La oportunidad de contemplar su obra se enriquece incluso con poder contar con sus propias explicaciones en las visitas guiadas. Molenda inauguró ayer en la galería Apo'strophe.arte ubicada en el centro comercial Plaza Elíptica, su primera muestra individual en España.
En ella presenta las dos facetas que practica. Por una parte, la de escultora y por otra, la de diseñadora de ilustraciones de monedas y prototipos para medallas, una labor delicada que tiene su cara y su cruz y que ocupa la parte central de la muestra.
Su pareja, el también escultor Fran Remiseiro, con el que se mudó hace ocho años a su localidad natal, Barro (Pontevedra), ejerce de traductor y aporta una reflexión, que es que la medallística «viene a ser otra vertiente de la escultura», ya que consiste en la creación de bajorrelieves de una altísima precisión técnica y gran exigencia.
«Es una profesión muy rara que en el Este de Europa tiene todavía bastante tradición», cuenta sobre una profesión que ella aprendió en Varsovia con una mentora que le enseñó el oficio en el que se diseñan prototipos sobre superficies circulares de tamaño superior al que luego se estampan en las casas de la moneda, en las de cada país en el caso de las oficiales, y donde los clientes elijan en el caso de las de coleccionismo numismático, «ya que pagan por todo el proceso y ellos deciden», aclara.
Molenda ha hecho piezas para las casas de monedas en Berlín, Varsovia y Londres y oficiales para el Estado polaco. De hecho, según cuenta, «actualmente trabajo en una serie de 42 monedas sobre la realeza polaca y ahora mismo estoy con la moneda de la reina Anna Jagiellonka», explica. Sin embargo, elige como su creación favorita la Dulce Madonna, que es «la reproducción de un famoso icono bizantino pintado sobre tabla, realizada en chocolate».
La artista inauguró en el 2006 en Breslavia un monumento dedicado al levantamiento en Hungría, pero considera que su obra pública más emblemática hasta ahora es el monumento a las barricadas de septiembre del 1936, inaugurada en Varsovia en el 2011, una obra descrita como «sutil, que se expande por el espacio sin apenas ocuparlo, como una cartografía a pie de calle señalando discretamente las huellas silenciosas del pasado».
En su faceta como escultora, en la que a menudo recurre al reciclaje e incorpora el movimiento, la luz y el sonido en los temas que representa, busca la interacción con el espectador. «Es cuando me siento más libre con la elección del tema y no tengo la presión del rigor técnico ni plazos de entrega», valora la artista que siente que el círculo que marca su vida se expande desde que se mudó a Galicia: « eso me alegra, me inspira y me enriquece vitalmente, Galicia es un lugar fantástico», afirma.
Arte y didáctica
La exposición que presenta en Vigo se titula Ko?o, una palabra polaca que da título y forma a esta muestra que contiene dos significados, por un lado círculo como figura geométrica y por otro expresa la idea de cerca o al lado de algo, en este caso, del arte como elemento místico de reunión. La exposición se podrá visitar los miércoles de 18.30 a 20.30 horas hasta el 16 de mayo y fuera de este horario, con cita previa llamando al teléfono 680 159 639
La muestra acerca al público una labor radicalmente distinta a otras técnicas en la que diseña y hace un proyecto gráfico complicado para monedas que se van a acuñar y tienen que tener un rigor técnico y unos parámetros que hay que respetar. En la exposición se exhiben en prototipos más grandes y combina la parte artística con la didáctica, que explica el proceso desde que se empieza hasta que se acaba.