Un vigués pone el ritmo en la primera batalla de rap con inteligencia artificial

Pedro Rodríguez Villar
PEDRO RODRÍGUEZ VIGO /LA VOZ

VIGO

Cedida

Red Bull eligió a Alejandro Fernández para esta innovadora experiencia

21 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos raperos, uno español, Gazir, y otro brasileño, MC JW, se intercambian rimas sobre un escenario de Barcelona. Lo hacen en castellano y en portugués. Improvisan sin pausa. Ninguno habla el otro idioma, pero una inteligencia artificial traduce todo al momento. Detrás de ellos, Alejandro Fernández (Vigo, 2001) pone el ritmo a sus rimas. Esta batalla es la primera en la historia en la que se utiliza esta tecnología para que dos raperos de distintos países puedan duelarse.

La inteligencia artificial sigue sumando sectores y ahora lo hace en el mundo del freestyle. Su funcionamiento es más fácil de lo que parece. Los raperos improvisan con el micrófono como lo hacen habitualmente, mientras su voz es enviada a un sistema que lo procesa, lo analiza y lo traduce a las diferentes lenguas que sean necesarias. Estas traducciones son transformadas en audio y enviadas directamente al rapero para que escuche en su propio idioma. En paralelo, el sistema proyecta en texto las traducciones para que la audiencia presente pueda seguir la batalla íntegramente, sin importar el idioma de cada persona. «Esta tecnología es una pasada», cuenta Alejandro e indica que abre la puerta a batallas que hasta ahora eran impensables.

¿Cómo llegó a esta batalla? «La verdad es que es un camino muy largo, pero, resumiendo, yo ya llevaba un tiempo trabajando con Red Bull. Me llamaron y me dijeron que tenía que ir a Barcelona para participar en un proyecto», explica el artista. No le contaron para qué. «No tenía ni idea», asegura. Tampoco los raperos que fueron a participar. Se juntaron todos en marzo, justo dos días antes del evento, y se lo explicaron. Qué orgullo. «Sí, la verdad es que sí. Una pasada participar en algo así». Al día siguiente lo probaron, y después hicieron el evento para un público reducido. ¿Qué tal fue? «Pues salió todo genial», explica Alejandro. De hecho, Red Bull había planificado la prueba piloto como secreta, pero al final la compartió a través de sus redes y se pudo ver en directo. Alejandro, además, cuenta que en las batallas no participaron solamente un brasileño y un español.

Los DJs de freestyle también tienen que improvisar las bases. «Nosotros tenemos que estar atentos a los ritmos, a las letras y jugar con la música para que los raperos se vengan arriba y les ayude». Si conoce a los raperos o los entiende puede preparar las bases, pero en una prueba como la del otro día era más difícil. Había dos culturas y dos estilos distintos, pero está satisfecho del resultado. «Bien, bien», ríe. A priori, poner la base para el rapero brasileño era lo más difícil, pero Alejandro sigue las batallas del país americano y de otros tantos lugares. «A mí me gusta. Siempre aprendes y te preparas más. Aunque no sabía que me fuera a servir tanto», bromea. Los ritmos brasileños son muy distintos a los que se utilizan aquí. «Allí beben más del funk. La verdad es que genial. Creamos una sinergia que ni él ni yo habíamos buscado», explica. Alejandro rompió las fronteras con su música.

Participar en esta batalla es el premio a una carrera que empezó muy pronto. «Yo vengo de abajo, del barrio», dice. Concretamente, de Coia. Alejandro estudiaba en el conservatorio de Vigo y con catorce años cada vez le gustaba más el rap. Coincidió allí con su amigo Galez. Juntos empezaron a probar. Primero a través de Youtube, luego empezaron a hacer quedadas para rapear, improvisar y explorar con las bases. Al principio eran un poco clandestinas. «Las hacíamos en lugares apartados sin permisos ni nada», pero en la carrera de Alejandro todo empieza y continúa etapa a etapa. Que Vigo contara con un evento como el festival de O Marisquiño le ayudó mucho a crecer. Recuerda que cuando estaban empezando se unía con un grupo de amigos cerca del festival y que la gente no entendía lo que hacían. Incluso había algunos que los miraban mal. «Ya sabes, prejuicios», pero otros se quedaban. Poco a poco, fueron creciendo y tejiendo una red que, gracias al impulso de Álvaro Pumares, lo ha llevado «a vivir un sueño».

Por ejemplo, el verano pasado con la asociación Gallos del Norte, que fundaron con la intención de ser la primera plataforma social de freestyle que apuesta por el talento gallego. Por ejemplo, el año pasado organizaron dentro de O Marisquiño una batalla de rap en plena Porta do Sol. «En ese momento te dices: ‘¡Cuánto hemos crecido!», explica.

Ahora quiere «seguir etapa a etapa». Su objetivo a corto plazo es aumentar su presencia en la Freestyle Master Series España, una liga de rap freestyle que nació en el año 2017. Después, saltar a la liga internacional y a los eventos más grandes del mundo. Va por buen camino. Probablemente, sea o no con inteligencia artificial, las bases de Dj Affair seguirán rimando en las batallas freestyle. Cada vez más alto.

Su mejor viaje. Recuerdo con mucho cariño un viaje a Canarias que hice con mi familia cuando era pequeño. El clima, la música... Era como si el tiempo se detuviese y avanzase al ritmo de la ciudad de Tenerife.

Una causa por la que lucharía. Dar las mismas oportunidades a aquellas personas que tienen más dificultades para conseguir sus objetivos. Luchar ante cualquier adversidad para darle la oportunidad real de poder practicar tu deporte favorito o tocar esa canción que tanto te gusta.