Ramón Patiño, historiador: «Pudimos ser franceses o ingleses»

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Presenta el libro «Descripción de la ría de Vigo de 1500 a 1800», con mapas y cartas marinas antiguas

11 abr 2024 . Actualizado a las 02:11 h.

Ramón Patiño, miembro del Instituto de Estudios Vigueses, presentará el próximo martes el libro Descripción de la ría de Vigo de 1500 a 1800. Es el fruto de un intenso trabajo de vaciado de documentos, en el que también salieron mapas y cartas marinas de gran antigüedad.

—¿Cuál fue la idea inicial del trabajo?

—En los últimos años realicé numerosas consultas en distintos archivos españoles y extranjeros. Gran parte de ese trabajo quedó reflejado en mi libro El corso en la ría de Vigo y las islas atlánticas, pero me di cuenta de que esa documentación abarcaba aspectos descriptivos de la ría inéditos porque, generalmente, los investigadores suelen iniciar sus trabajos en siglo XVII. Por ejemplo, los autores que han tratado las Cíes suelen manejar tres o cuatro textos, pero en este trabajo cito 23.

—¿Cuántos documentos aporta?

—En el libro se presentan 117 descripciones escuetas de la ría de Vigo. En cuanto a las cartas y planos hay algunos que no fueron publicados nunca, como ocurre con el que aparece en la portada. Lo localicé en París, pero no lo tenían fechado salvo con un genérico siglo XVII. Estuve siguiendo el rastro de la persona que lo realizó y puedo determinar que fue hecho entre 1600 y 1615.

—¿Qué importancia tuvo la ría en el pasado?

—A partir del siglo XVI, pasa a ser la ría más importante de toda la costa gallega. Tanto es así que durante la guerra portuguesa de independencia de España, a mediados del siglo XVII, Inglaterra puso como condición a su apoyo a los portugueses que le entregasen la ría para crear una base naval. Además de la importancia comercial, los ingleses utilizaban la zona situada entre las Estelas y la Borneira para fondear los barcos y protegerse de los temporales. Además, la ría carecía de artillería.

—¿Fue el refugio una razón de su importancia estratégica?

—Sí, los barcos, cuando regresaban de América, pasaban cerca de las Azores donde se formaban potentes tempestades que les llevaban hacia la costa portuguesa y gallega. En el litoral luso, salvo Lisboa, el resto de los puertos tenían barras de arena que dificultaban la entrada. En cambio, la boca sur de la ría es amplia.

—¿Y desde el punto de vista comercial?

— El tráfico procedente de América estaba obligado a desembarcar, en un primer momento en Sevilla, y posteriormente, en Cádiz. Allí era controlado por la Corona. Muchos barcos, excusándose en las tempestades que podían encontrar a la altura de las Azores, llegaban a la ría. No querían ir a Baiona porque como era una villa de realengo había representantes de la Hacienda. Preferían desembarcar en Bouzas, Vigo o Teis, donde no había porque la ría era de jurisdicción del arzobispo de Santiago. Cuando llegaban a esas zonas los encargados de cobrar impuestos, ya habían desembarcado todo y declaraban menos de lo que llevaban. Por su parte, los ingleses abandonaron Baiona cuando los barcos se hicieron más grandes debido a que la entrada entre Monterrei y las Estelas era estrecha.

—¿Qué papel tuvo Francia en este contexto?

—Ellos diferenciaban Baiona de la ría de Vigo. Hay una cédula real francesa, en la que un almirante propone a Luis XIV que ofrezca a la Corona española un cambio de la ría de Vigo por un territorio francés de Flandes. Eso da idea del valor que tenía para ellos.

—¿Qué le llamó la atención de los documentos que revisó?

—La naturalidad con la que se planteaba entonces un intercambio de territorio. Bromeo diciendo que pudimos ser franceses o ingleses. También el número de naufragios registrados en A Borneira. Desde 1538, aparecen 75 naufragios. Sin el faro actual, es un lugar muy peligroso.

—¿Es Rande la principal referencia histórica de la ría?

—Es el hecho histórico más conocido a nivel mundial, pero fue un hecho glorificado por los vencedores. No se llevaron mucha cosa. La flota hispano-francesa había llegado un mes antes de la batalla y les dio tiempo a desembarcar la valiosa mercancía que transportaba. Se suele decir que se emplearon 500 carros para transporta al interior de España los cargamentos de plata y oro, pero, en realidad, fueron cinco veces más, según se recoge en un documento del Archivo de Tui. Lo que se llevaron fue lo que los mercaderes dejaron a bordo para no pagar a Hacienda, pensando que los ingleses y holandeses no atacarían en un punto tan interior de la ría.