Rali por la acera para salir del párking

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Las obras de la rampa mecánica en la calle Escultor Gregorio Fernández están provocando carreras de obstáculos de los coches del entorno

31 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El párking de Fernando el Católico de Vigo tiene cuatro plantas con 226 plazas para vehículos que rotan continuamente. Cuando salen por la boca que se encuentra en la calle Escultor Gregorio Fernández, los coches se enfrentan a una carrera de obstáculos. En este vial, que comunica la plaza con la Via Norte a la altura del complejo de Vialia, el trasiego de retroexcavadoras, furgonetas de obreros y camiones volquete hace que la circulación se complique sobre manera y resulte peligrosa.

La calle está en obras y las zanjas y vallas apenas dejan un mínimo paso a la salida del párking. Es frecuente encontrarse con un vehículo de trabajo que asciende en dirección contraria y los residentes y empresas de la zona no tienen más remedio que subirse a la acera para evitar un choque de frente. En algunos momentos, podría parecer un tramo del Dakar, con traqueteos enormes y coches en fila sorteando tolvas y baches grandes que han sido provocados por el paso de camiones que han hundido poco a poco el pavimento.

La calle se encuentra en obras desde diciembre. En el párking aseguran que, al principio, el lío de trafico era todavía mayor porque no se podía descender por Vía Norte. En este vial se está ejecutando una de las rampas mecánicas nuevas para facilitar la movilidad. Es un proyecto de 2.511.677 euros financiado en gran parte por Europa a través de los fondos de resiliencia y recuperación Next Generation. La UE y el Gobierno central aportan casi dos millones de euros en una obra que contrató el Concello de Vigo y ejecuta la constructora ourensana Oreco Balgón. 

Hasta el colegio Hogar

En la calle se encuentra una tienda especializada en fontanería. Los profesionales acuden a ella para comprar piezas o recambios ante roturas de tuberías o problemas más gordos en industrias que exigen cambiar válvulas y gomas. «Tenemos que aparcar encima de la acera porque no han dejado ningún sitio para la carga y descarga», cometan en una de las empresas que acude a proveerse a Escultor Gregorio Fernández. En su gran almacén de fontanería, Ana Codesiso señala: «Estamos perdiendo clientes porque no pueden venir aquí y llevarse las piezas por falta de estacionamiento». En la acera pueden verse coches de empresas y furgonetas de reparto de mercancías, como una de Eroski. La propia constructora introduce sus vehículos en la zona acotada por pivotes rojos y blancos. Cuando viene el butanero, el tráfico se complica aún más, como atestigua el vecino Manuel Picallo, que se ve forzado a dejar su coche hasta dos kilómetros de distancia. «A veces ha tenido que aparcar en el colegio Hogar porque en esta calle no hay muchos garajes y no encuentras sitio por ningún lado si tienes coger el coche durante el fin de semana», asegura.

La calle estará levantada hasta finales de año y ya se puede ver la plataforma de hormigón que sostendrá la rampa. La vecina Ángela Toucedo dice que «pedimos que se cubierta como la de Gran Vía», pero en esta ocasión esos deseos no se van a ver cumplidos y la rampa para ascender con las bolsas de la compra estará al aire libre con un sistema para que la lluvia no le afecte. Las deslizadoras descubiertas son habituales en otras ciudades también lluviosas como Santander.

Los trabajos han cogido impulso. Según cuentan los vecinos de la zona, al principio había tan solo tres obreros trabajando a diario y ahora el número se ha multiplicado para poder acabar antes de la época de las Navidades. Las autoridades no quieren que se repita el follón de tráfico de las últimas fiestas navideñas.

A pesar de todo, muchos de los vecinos y transeúntes encuestados creen que la rampa será beneficiosa, aunque suponga la eliminación de aparcamientos en superficie.