El aviso de Tapias a sus críticos por descuidar mesas electorales: «No va a volver a ocurrir»

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

M.Moralejo

Hubo colegios que se quedaron sin interventores o apoderados en algunos momentos del 28M

11 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Marta Fernández-Tapias vivía en las elecciones municipales de hace dos semanas un doble proceso. Se la jugaba en las urnas, en las que no aspiraba lograr la alcaldía, pero sí necesitaba que el PP creciese y que el PSOE de Abel Caballero bajase, para poder declarar que se iniciaba un cambio de ciclo. Y se la jugaba también internamente, porque ella misma había forzado una renovación absoluta de las listas, prescindiendo de todo vestigio del PP histórico y haciendo oídos sordos a todas las voces que le decían que debía incluir en la candidatura a alguno de los que se habían alineado con Javier Guerra (y, por extensión, con Corina Porro) en la batalla que había partido por la mitad al partido. En esa clave interna, todo lo que no fuese subir comprometía el liderazgo de Tapias y su apuesta por la renovación, solo un año y medio después de haber sido ungida presidenta.

Las urnas dejaron 5.000 votos más para el PP que en el 2019 a pesar de que la participación bajó, dejaron también 19.000 menos para Caballero y, como colofón, el resultado permitió ganar la Diputación de Pontevedra. Con ese resultado, Marta Fernández-Tapias pudo esquivar cualquier intento de crítica en la junta local de su partido que se celebró en la noche del viernes.

Y aprovechó para lanzar un recado interno que todo el mundo supo interpretar. Nada más comenzar la reunión, la presidenta local tomó la palabra y avisó de que sabía quién había estado y quién no en las mesas electorales el 28M. Desde ese día había mucho malestar en la dirección del partido porque hubo momentos de la jornada electoral en que algunos colegios se quedaron sin ningún interventor o apoderado popular, algo inaudito en el partido que tiene más militantes en Vigo y que siempre ha cuidado hasta el extremo esos detalles. En el entorno de Tapias creen que el sector que todavía es crítico con su presidencia promovió algo parecido a un boicot, con afiliados, algunos de ellos relevantes, que se habían comprometido a ocupar algunas posiciones y finalmente no estuvieron presentes toda la jornada. O que incluso fueron vistos en otros colegios electorales.

«Esto no va a volver a ocurrir», zanjó Tapias, «se van a tomar medidas». Era un aviso para las generales del 23 de julio, en las que Feijoo se juega la presidenta. El mismo Feijoo que era presidente del PPdeG cuando Tapias se hizo con la presidencia local. Dos militantes de base intervinieron también en la reunión del viernes para apoyar a la presidenta local y lamentaron que, precisamente en un momento en que el partido está recuperando posiciones, faltasen interventores.

A la sede del PP no asistió el viernes Corina Porro, como tampoco había acudido al seguimiento del recuento en la noche de las elecciones. Porro sigue siendo diputada en el Parlamento gallego, donde tiene el cargo de secretaria, y era la presidenta de la gestora que convocó las primarias en las que salió elegida Tapias. Pero Porro apoyó a su rival, el senador Javier Guerra, que sí asistió a la reunión del viernes, en la que no habló.

Los resultados del 28M validaron su estrategia de promover la renovación. Por eso, en la lista electoral de las generales no estarán ni el senador Guerra ni el diputado Diego Gago, como ya se cayeron de las municipales todos los concejales Alfonso Marnotes, Teresa Egerique (también diputada en Santiago), Carla Bartolomé y Patricia López Román. Todos apoyaron a Javier Guerra.