Los bomberos y la policía rescataron a un caboverdiano que pernoctaba en una antigua residencia de estudiantes que sufrió un incendio de madrugada
11 ago 2021 . Actualizado a las 16:39 h.La policía y los bomberos evitaron una desgracia en Vigo al intervenir y sofocar de madrugada un pavoroso incendio que se detectó en la planta baja de un edificio de nueve alturas aparentemente desocupado pero que, en realidad, sirve de refugio de okupas. Está situado en la calle Filipinas a pocos metros de la nueva Ciudad de la Justicia y de otros edificios de viviendas del barrio de San Roque. El siniestro se suma a la lista de casos de inmuebles ocupado en el centro de la ciudad, donde otras veces se han llegado a producir muertes de indigentes.
Ayer, en el edificio de Filipinas, la Policía Local detectó a un ciudadano de Cabo Verde de 42 años que responde a las iniciales A.C.D.S. Eran las 1.45 horas cuando la central fue alertada por el Cuerpo Nacional de Policía, solicitando apoyo en esa calle del caso urbano. Allí se había producido un incendio en la antigua residencia de estudiantes de Caixanova, que está cerrada en la actualidad y no registra ninguna actividad. Al llegar, los agentes comprobaron que por una de las ventanas se había asomado un varón que solicitaba auxilio y pedía ser rescatado mientras en el bajo había llamas que eran visibles desde fuera ya que la puerta es de cristal. Poco después llegaron cuatro dotaciones de bomberos, una ambulancia del 061 y dos grúas de servicio.
Los bomberos lograron rescatar al hombre mediante la escalera que emplean para los salvamentos y así pudieron sacar al ocupante por una ventana de la cuarta planta. La ambulancia que atendió al caboverdiano vio que había inhalado humo y que su estado no era grave. No obstante, fue trasladado hasta el hospital para su atención y observación. El intoxicado dijo que desde hacía unos días residía en el edificio.
A las tres y veinte minutos de la madrugada los bomberos dieron por extinguido el fuego. La policía indicó que las llamas se originaron en la planta baja y luego se extendieron por otras partes del inmueble. Durante la intervención, los agentes recorrieron todas las estancias y comprobaron que no había ninguna otra persona en el interior. No obstante, vecinos de la zona aseguran que en el último mes han visto por allí a tres ocupantes. Para proceder a la evacuación del incendio, los bomberos emplearon la escalera y también una cizalla con la que cortaron los barrotes de entrada de la puerta principal, donde las llamas alcanzaron gran virulencia y ascendían hasta el primer piso, que también se vio severamente afectado.
El vestíbulo de entrada y las escaleras se encuentran completamente calcinados y con los cristales rotos. El inmueble fue una residencia de mayores de la Fundación San Rosendo hasta el año 2007, en el que se vació con el fin de poder levantar otra residencia más moderna y con mejores servicios. Sin embargo este proyecto no se ha llegado a materializar.
Más okupas
En este mismo inmueble intervino hace unos cinco años la Policía que desalojó a una veintena de ocupantes. Estas personas vivían de alquiler pagando una renta de unos cien euros a dos miembros de un clan que se habían convertido en caseros ilegales. Eran dos mujeres que cobraban un dinero fijo a transeúntes. Sin embargo esta práctica se atajó sellando las entradas y tapiando con ladrillos los posibles lugares de acceso al edificio. Pero tras el incendio se ha descubierto que los ocupantes usan frecuentemente un lateral del edificio para penetrar ya que han derribado los ladrillos que obturaban el acceso.