Barreras y Armón compiten por un ferri para las Azores

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

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M.MORALEJO

Con capacidad para 650 pasajeros y 150 vehículos las propuestas económicas van de los 47,5 a los 59 millones

24 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El músculo que exhibe el naval gallego, visible estos días en Navalia, no para de concretarse en las carteras de pedidos. Las de Armón y Barreras tienen la oportunidad de incorporar a las suyas un ferri para operar en aguas de las Azores. Los dos astilleros compiten para hacerse con la construcción, según confirmó ayer el gobierno de las islas. Hay un tercer candidato, el chino Taizhou Kouan Shipbuilding, que es también el que presenta la oferta más barata, 43,5 millones de euros. La propuesta de Barreras, con un precio de 59 millones, es la más cara, en tanto la de Armón asciende a 47,5 millones.

En cuanto a las características del barco, se trata de una unidad ro-ro de 115 metros de eslora con capacidad para 650 pasajeros y 150 coches. De acuerdo con las bases del concurso, el plazo de entrega será de 19 meses, lo que no explicita el Gobierno de Azores es el tiempo que se tomará el jurado, que preside José Manuel Monteiro da Silva, juez del Tribunal de Cuentas jubilado, para estudiar las ofertas.

No es la primera vez que Armón y Barreras pujan por hacerse con el pedido. Los dos fueron finalistas ya en el 2014 de un primer concurso, en aquel caso para construir no uno sino dos ferris, que terminó por anularse. Azores alegó entonces que, tras evaluar las ofertas, el jurado determinó que ninguna de ellas reunía todas las exigencias del expediente de contratación, al tiempo que anunciaban que en el plazo de un mes convocarían un nuevo concurso. Al final, han transcurrido casi cuatro años.

El presidente de Barreras recordaba entonces que este tipo de procesos concursales están sometidos a unas normas y que tratarían de hacer valer los derechos que les asisten, pese a que reconocía que el escenario no era el mejor posible.

Con un escenario muy diferente al del 2014, tanto Barreras como Armón pueden permitirse esperar sin agobios la decisión final del jurado, ya que ambos tienen trabajo garantizado al menos hasta el 2020. El primero, que botará en octubre del crucero de Ritz-Carton, prevé empezar a cortar chapa para el ferri de Armas antes de que remate el verano, y acaba de firmar otros dos buques para hacer rutas por los fiordos noruegos, pendientes de la financiación.

Por su parte, Armón construye hasta ocho pesqueros para armadores de distintos países, incluidos los de la renovación de la flota de Pescanova, de los que ya prueban un modelo a escala en el Canal de Experiencias de El Pardo. Construyen también un oceanográfico para Suecia.

Robots submarinos baratos y moldes en 3D

Por primera vez, Navalia reservó este año un espacio para los emprendedores. Bajo el paraguas de la aceleradora del sector naval, Océano Azul, muestran lo que hacen empresas como Nido Robotics o Rysia, entre otras. La primera está especializada en drones subacuáticos de pequeño tamaño, igual que su precio. «Son robots low cost», afirma Antonio Conchillo, uno de los socios de la firma, que añade que sin embargo las prestaciones son similares a las que ofrecen los grandes.

El de menor tamaño, apenas 30 centímetros, puede sumergirse hasta los 100 metros, en tanto el hermano mayor, de poco más de medio metro llega hasta los 300. En el primer caso el coste es de 1.600 euros y de 7.000 en el segundo, muy lejos de los 30.000 que cuestan al menos los tradicionales. Las aplicaciones son ilimitadas, desde realizar inspecciones visuales allí donde no llega un buzo o puede poner en peligro su integridad, a acceder a espacios confinados, determinar el ph del agua, la cantidad de oxígeno o comprobar el estado de las jaulas de acuicultura.

Por su parte, Rysia diseña y fabrica en una jornada moldes en 3D, en los que si se recurre al método tradicional de hacerlos en madera, se pueden invertir semanas. «Pueden llevarse a la fundición de un día para otro», afirma el director técnico de la joven empresa, Rafael Rosa.

Dado que trabajan con plásticos resistentes a la fricción, afirman que podrían construir incluso hélices de buques con el mismo sistema.