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Buen comienzo de año para Acruga: 2.900 euros por una novilla en la subasta de Pedrafita do Cebreiro

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

En la subasta se vendieron todas las novillas presentadas.
En la subasta se vendieron todas las novillas presentadas. CEDIDA

Cas 30 ganaderos acudieron a la primera puja del 2024, en la que se vendieron las seis reses presentadas

20 mar 2024 . Actualizado a las 09:38 h.

El 2024 parece haber empezado bien para la asociación de criadores de raza rubia gallega (Acruga). Hasta 2.900 euros se pagaron por una novilla en la subasta celebrada en la mañana de este martes en Pedrafita do Cebreiro. A la puja se llevaron seis novillas, de las que cinco procedían de la Granja Gayoso Castro y una era propiedad de una ganadería con sede en el municipio de Samos. El interés por comprar ganado quedó también de manifiesto, puesto que se tramitaron casi 30 tarjetas (exactamente, 28) para ganaderos interesados en participar en la puja.

La novilla por la que se pagaron casi 3.000 euros fue a parar a una ganadería de O Corgo. De ese municipio, de Láncara, de Folgoso do Courel y de O Incio eran los ganaderos que compraron los animales. El segundo precio más elevado estuvo en 2.750 euros, y correspondía a una novilla ya parida, con un ternero de dos meses; el lote fue adquirido por un criador de O Incio.

Aunque no se llegó al precio medio del año pasado, que se situó en 2.600 euros, la directiva de Acruga considera que el balance es favorable al haberse superado el de salida. Por ejemplo, la novilla parida, vendida en 2.750 euros, tenía un precio de salida de 2.400 euros, mientras que el del resto de reses era de 2.200. Tras esta subasta con la que se inició el calendario anual, la siguiente puja tendrá lugar en Boimorto el domingo 24.

Para el presidente de Acruga, César Dorado, lo registrado este martes en Pedrafita do Cebreiro confirma el buen momento de Acruga. Que se vendiesen todas las novillas refleja, en su opinión, que «hai necesidade de gando», aunque esa demanda se ve favorecida por el trabajo de la entidad en el centro de recría de la Granja Gayoso Castro, situada en Castro de Ribeiras de Lea y dependiente de la Diputación.

El funcionamiento del centro permite que los ganaderos se hagan con novillas de buena calidad. «Está todo controlado», afirmó. Dorado subrayó que el valor del centro estaba también en el hecho de que Acruga asume cualquier problema que se presente en las reses que compran los ganaderos, algo que no ocurre, dijo, si el trato se cierra entre particulares. La asociación firmó en el 2007, con la Diputación, el acuerdo para poner en marcha el centro de recría en Castro de Ribeiras de Lea. El número de animales está en torno a los 140, que aumentaría, admite Dorado, si se dispusiera de más espacio.