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El viñedo de menos de 2.000 metros, al margen de las ayudas de reconversión

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Martina Miser

Medio Rural cambia las bases y deja fuera de estas subvenciones a las parcelas más pequeñas para que solicitudes colectivas e individuales tengan que cumplir los mismos requisitos

13 abr 2024 . Actualizado a las 20:11 h.

La Consellería do Medio Rural acaba de convocar las ayudas para la reestructuración y reconversión del viñedo en Galicia, que este año están dotadas con un presupuesto total de cuatro millones de euros. Esta es una de las líneas de subvenciones que más éxito tiene en el sector vitícola, pues permite modernizar las plantaciones y apostar por variedades autóctonas. De hecho, el pasado año la consellería recibió más de 200 solicitudes. El problema es que la convocatoria de este año incluye una novedad: la plantación mínima que se puede reconvertir debe tener una extensión de dos mil metros, dejando fuera a todas las parcelas de tamaño inferior. La consellería asegura que se ha hecho así para evitar que solicitudes colectivas e individuales tengan requisitos diferentes. 

«Creemos que é un cambio importante porque implica que algunha xente vai quedar fóra destas subvencións», explica Carlos Basalo, responsable del sector de viticultura en Unións Agrarias. En la anterior convocatoria, las bases establecían que «la superficie total reestructurada o reconvertida será, por lo menos, de una hectárea (10.000 metros cuadrados) para las solicitudes colectivas y 0,2 hectáreas (2.000 metros cuadrados) para las individuales». Sin embargo, en la actual se le ha añadido la coletilla de que «las solicitudes individuales que formen parte de una presentación colectiva tendrán que tener una superficie mínima de 0,2 hectáreas». Esto deja fuera la posibilidad de incluir fincas de menor tamaño en la solicitud de estas subvenciones.

Basalo asegura que la situación afecta, sobre todo, al viñedo del interior de Galicia, donde se ubican las parcelas de menor tamaño. «Se se aplicara esta norma, no Ribeiro, de 23 expedientes que tramitamos o ano pasado, oito terían quedado fóra», argumenta. Por eso considera que el cambio en las bases «é un paso atrás para os pequenos viticultores». Sobre todo porque, en algunos casos, las subvenciones a superficies tan pequeñas se utilizan para completar «un anaco que me quedou pendente doutro ano ou unha esquina que antes non plantei», afirma. En su opinión, lo ideal es que «non houbera límites, como en anteriores convocatorias». Unións Agrarias ha presentado una consulta a la Consellería do Medio Rural para conocer los motivos que han llevado a este cambio.

Desde la Consellería do Medio Rural explican que la superficie mínima para poder optar a las ayudas de forma individual siempre fue de 2.000 metros cuadrados. Eso no se ha cambiado. Pero este año se ha querido clarificar la convocatoria, «advertindo de que dentro de cada presentación colectiva, as solicitudes individuais que compoñen esta petición tamén teñen que cumprir a mesma superficie mínima de 2.000 metros cadrados», afirman. Con ello se busca evitar que «parcelas que non cumpren as condicións esixidas para unha solicitude individual poidan formar parte dunha presentación colectiva, xerando un prexuízo para os solicitantes individuais que si teñen esta superficie mínima». Porque, insisten en la consellería «unha presentación colectiva ten que cumprir os mesmos requisitos que unha individual».

La reconversión de viñedo es una herramienta estratégica en Galicia, añaden en la consellería, y por eso, se ha dotado a estas subvenciones con una partida de cuatro millones de euros. Actualmente, los interesados disponen hasta el próximo 26 de abril para presentar sus solicitudes. Estas subvenciones se han venido convocando, de forma anual, desde el año 2018. Desde entonces y hasta el pasado año, Medio Rural destinó más de catorce millones de euros, que fueron repartidos entre 911 beneficiarios. Con este dinero se actuó en una superficie de 1.281,46 hectáreas.

Las bodegas gallegas se llevan más del 70 % de esta línea de subvenciones

Cada vez son más las bodegas gallegas que apuestan por plantar su propio viñedo y, cada vez son más también, las que se acogen a las ayudas de reconversión y reestructuración. Hasta el punto de que, analizando los datos de la última convocatoria, más del 70 % de los fondos y de la superficie autorizada se la llevaron las empresas, asegura Basalo. Y solo una de sus solicitudes tenían una superficie inferior a los dos mil metros cuadrados.

El pasado año se presentaron 222 solicitudes para acogerse a estas ayudas, de las que 119 fueron aprobadas en la resolución ordinaria y otras 60 en la extraordinaria. En la primera de ellas se repartieron algo más de 2,8 millones de euros para reconvertir una superficie de viñedo de 213 hectáreas en toda Galicia. Las bodegas gallegas se repartieron poco más de dos millones de euros, que emplearon en reconvertir algo más de 163 hectáreas de terreno. Una de ellas solicitó ayuda para reestructurar 20 hectáreas de terreno y, otras seis, diez hectáreas cada una, lo que da una idea de que las plantaciones que hacen estas empresas son de mucho mayor tamaño que las de la mayoría de los viticultores.

En la convocatoria extraordinaria se repartió 1,1 millones de euros, para actuar en 102 hectáreas más. De nuevo, las bodegas acapararon buena parte de las ayudas, pues se llevaron 732.082 euros para reconvertir 72,51 hectáreas. Esto significa que, de media, las bodegas gallegas se llevaron el 70 % de las subvenciones destinadas a la reestructuración de viñedo en Galicia.