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Viladonga, una concentración parcelaria condicionada por un castro

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

AGRICULTURA

Vista del castro de Viladonga, uno de los principales recintos castreños de Lugo.
Vista del castro de Viladonga, uno de los principales recintos castreños de Lugo. ALBERTO LÓPEZ

Alrededor del yacimiento se ha trazado una franja que queda fuera de la redistribución de fincas

09 ene 2024 . Actualizado a las 19:41 h.

La concentración parcelaria de la parroquia de Viladonga (Castro de Rei), que está en su fase inicial, ha tenido en cuenta la presencia de un conocido y valioso castro. Alrededor del yacimiento se ha trazado una amplia franja de protección, que es más amplia en la zona sur y oeste del castro. La iniciativa partió de la Dirección Xeral de Patrimonio y la Consellería de Medio Rural se vio obligada a tenerla en consideración.

Ese terreno, cuya extensión suma varias decenas de hectáreas y que está en manos de particulares, está catalogado como suelo rústico. Esa protección establecida por la Dirección Xeral de Patrimonio es compatible con ciertas actividades: se podrán mantener usos agrícolas y algunos forestales (por ejemplo, plantación de frondosas), pero también fija algunas exclusiones, como explicó este jueves el alcalde, Francisco Balado: por ejemplo, no se podrán plantar eucaliptos.

Dejando el terreno fuera de la parcelaria, aunque sin excluir toda actividad, se pretende afectar lo menos posible al suelo, con lo que la probabilidad de daños a posibles restos arqueológicos será menor. En el entorno sur y oeste del castro apenas se han hecho investigaciones, que hasta ahora se han centrado sobre todo en la croa del yacimiento, que es la parte del recinto de titularidad pública.

En el castro de Viladonga se ha trabajado con intensidad en los últimos cincuenta años. Las sucesivas campañas permitieron hallar numerosas piezas y propiciaron la creación del Museo de Viladonga, abierto en los años ochenta. En los últimos años fue especialmente relevante la aparición de un aljibe, descubierto en los trabajos del 2018, así como de restos de viviendas y de la muralla, hallados en el 2019. Sin embargo, no ha aparecido la necrópolis ni se ha hallado ninguna sauna. En el 2020, precisamente en el aljibe descubierto dos años antes, se encontró una pieza de bronce, seguramente relacionada con rituales de sacrificio.

Compra de fincas

Por otra parte, la Xunta tiene con dueños de fincas cercanas al castro un preacuerdo de compra. La superficie es de unas nueve hectáreas y está en manos de varios propietarios, con quienes se pactó un precio de 0,60 euros por metro cuadrado. Aunque falta la firma, el acuerdo entre las partes es firme, como recalcó el alcalde.