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Óscar Riveiro, agricultor de Castro de Rei: «Tirei 3.000 quilos de nabizas porque non mas recolleron»

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

AGRICULTURA

Óscar tiene una explotación agrícola en ecológico en Castro de Rei y vende a tiendas y hosteleros
Óscar tiene una explotación agrícola en ecológico en Castro de Rei y vende a tiendas y hosteleros Óscar Cela

El sector primario de Lugo apoya la huelga mientras intenta resistir las pérdidas; las pequeñas tiendas alimentación están facturando la mitad y los talleres de coches ya tienen una semana de espera

25 mar 2022 . Actualizado a las 09:27 h.

Una gran parte de ganaderos y agricultores no tienen transporte desde hace más de una semana para comercializar sus alimentos, pero tampoco pueden parar su fabricación. La consecuencia es que se ven obligados a deshacerse de sus productos, como las decenas de ganaderos tuvieron que hacer con litros de leche.

En el caso de los agricultores, hay ciertas verduras que no pueden esperar almacenadas y lucenses como Óscar Riveiro, de Castro de Rei, tuvo que tirar 3.000 kilos de nabizas. «Estaban recollidas das últimas dúas semanas, pero o transportista avisoume de que non ía traballar», explica. Eran las tandas finales de la campaña, tal y como explica el agricultor, que cultiva en ecológico desde el 2009.

«Menos mal que estamos en inverno e hai pouca variedade, se chega a pasar en verán tiñamos que tirar quilos e quilos de froita e verdura». Ahora Óscar se encuentra con su almacén repleto de patatas que no pueden repartirse, pero al menos no se estropean: «Hai clientes de tendas ou hostaleiros que están vindo ata aquí a recollelas de xeito particular». Aun así, el agricultor asumirá las pérdidas de este mes porque apoya la causa, de hecho, acudió a alguna de las manifestaciones. «Que baixen o gasóleo é necesario para todos». También continúa en esta línea la asociación de Ganaderos Agromuralla, que soporta la entrega de pienso «a cuentagotas» y pierde leche porque «estamos no mesmo equipo dos transportistas».

Las tiendas de cercanía se recuperan del desabastecimiento: «Facturamos un 50 %»

Marta Pérez, de la tienda de productos de cercanía y ecológicos Bico de Grao en Lugo
Marta Pérez, de la tienda de productos de cercanía y ecológicos Bico de Grao en Lugo Óscar Cela

Los camiones llegan esta semana a las tiendas de alimentación con más frecuencia que los primeros días de huelga. Aun así, ni los locales que no dependen de productores foráneos se libraron del desabastecimiento: «Pasamos a facturar o 50 %», asegura Marta Pérez, de la tienda de la sociedad corporativa Bico de Grao.

Los pequeños comercios de alimentación se quedaron «bajo mínimos» y ahora empiezan a remontar, pero para ellos las pérdidas pesan más que «para as grandes superficies ter os lineais baleiros». En Bico de Grao mantienen la mercancía de seis productores cercanos a Lugo que todavía tienen nabizas, calabazas, grelos, limones o kiwis y que, además, tiene distribución propia. Sin embargo, todos los productos de fuera de la provincia, no consiguen llegar: «Os transportistas coméntannos que aquí non queren vir porque é onde máis problemas hai». Entre ellos están gran parte de las frutas y verduras, ya que actualmente la producción en Galicia es baja y también los productos de nevera. Pérez destaca que apoyan totalmente el parón, pero recuerda que las tiendas pequeñas de cercanía tienen una resistencia mucho menor.

Cristina Cabo de A Despensa do Avó optó por ir a recoger ella misma en su coche algún pedido porque los primeros días no recibió nada de mercancía. «Ahora mejoró, pero para las pequeñas tiendas especializadas es más difícil conseguir productos», apunta. De hecho, relata que si se prolonga mucho más pueden quedarse sin la mayoría de su mercancía, ya que además en Lugo no hay ningún gran almacén de productos ecológicos.

Los talleres recurren a sus coches particulares para conseguir piezas

Los once días sin transporte ya se hacen notar también en los talleres de reparación de vehículos de Lugo. «Temos coches esperando dende hai unha semana», afirma el dueño de uno de los negocios, Ginés Veiga. A pesar de que la subida del gasoil provocó una bajada de clientes.

Recibir determinadas piezas de fuera de Galicia es prácticamente imposible. «O que antes chegaba dun día para outro agora tarda máis dunha semana, aínda que acaba vindo», explican desde talleres David Vázquez. Aunque no es algo nuevo, ya que como recuerda Luis Abelleira, el presidente de la Asociación Provincial de Reparación y Venta de Automóviles y Recambios, el sector llevaba tiempo afectado por «una falta de piezas impresionante». Por lo que esta carencia se ha multiplicado con la huelga de transportes. «Si alguien tiene una avería en el coche y necesita arreglarlo con cierta urgencia, simplemente no puede hacerlo, tiene que esperar». Los responsables de estos negocios lamentan no poder dar el servicio adecuado, por esto están recurriendo al transporte de piezas en sus coches particulares: «Polo menos as casas de recambio de Lugo teñen bastante stock de aceite, filtros ou pastillas».