Sanidad presenta la ley del empaquetado genérico del tabaco que prohibirá los vapeadores de sabores

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

SOCIEDAD

El empaquetado neutro, que Australia aprobó hace 13 años, elimina colores y logotipos de las cajetillas
El empaquetado neutro, que Australia aprobó hace 13 años, elimina colores y logotipos de las cajetillas

El real decreto pretende poner orden ante las carencias en la regulación de los cigarrillos electrónicos sin nicotina

08 abr 2024 . Actualizado a las 13:25 h.

El Ministerio de Sanidad ha sacado este lunes a consulta pública el proyecto de real decreto por el que introducirá el empaquetado genérico y la prohibición de los aditivos en el tabaco y productos relacionados, la primera de las iniciativas legislativas que acomete tras sacar adelante el plan el pasado viernes.

«La evidencia de la que disponemos nos dice que es una medida efectiva y que ayuda a que el propio empaquetado no funcione como un reclamo publicitario en sí mismo, haciéndolo menos atractivo y contribuyendo también a tomar la decisión de dejar de fumar», ha resaltado la ministra de Sanidad, Mónica García, en un desayuno sociosanitario de Europa Press.

Una medida, ya avanzada a EFE el pasado jueves por el director general de Salud Pública y Equidad en Salud, Pedro Gullón, que ya se está aplicando actualmente en muchos países como Australia, Francia, Noruega y Dinamarca, y que «está dando unos efectos evidentes», ha añadido.

Desde hoy y hasta el próximo 23 de abril, los ciudadanos, organizaciones y asociaciones que así lo consideren, pueden hacer llegar sus opiniones sobre este proyecto, que reforma el real decreto 579/2017 que regula determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y relacionados.

El texto argumenta que «la protección de la salud» requiere de una «actualización urgente» de la normativa para abordar problemas como la estabilización en la reducción del consumo de tabaco y relacionados y la exposición de la población general, y particularmente joven, a nuevas formas de consumo de nicotina.

Además, justifica que hay una «falta de adecuación de la normativa actual a la mayor oferta de esos nuevos productos relacionados presentes en el mercado», así como una pérdida de la efectividad de las advertencias sanitarias combinadas mientras se mantiene el atractivo del envasado o las carencias en la regulación de los cigarrillos electrónicos sin nicotina y de los productos a base de hierbas para fumar.

«Se dispone en la actualidad de una variedad de productos con características diferenciadas, con o sin tabaco, con o sin nicotina, con o sin componentes electrónicos, e incluso con aspectos híbridos de compleja catalogación, que suponen un desafío y sobre los cuales resulta necesario aportar la adecuada respuesta técnica en aras de garantizar la debida protección», explica.

La reforma legislativa trata así de introducir en la regulación aplicable diversas medidas como las mejoras en el etiquetado y envasado con la introducción del empaquetado genérico y la «adecuada catalogación de los productos emergentes».

También la prohibición de «aditivos y componentes que confieren aromas en tabaco» y en productos relacionados y que desvirtúan los objetivos de la normativa sanitaria o que pueden resultar más llamativos para los consumidores.

La presente iniciativa «pretende también ofrecer una mayor claridad, uniformidad y seguridad jurídica en el mercado de productos de tabaco y productos relacionados», teniendo en cuenta el desarrollo del mismo a nivel nacional y europeo.

Se trata de la primera medida con la que Sanidad inaugura el Plan Integral de Prevención del Tabaquismo (PIT) 2024-2027, que finalmente aprobó con el consenso del Consejo Interterritorial el pasado viernes.

«Quiero agradecer profundamente el trabajo de todas las comunidades autónomas por lograr este consenso tan importante», ha valorado Mónica García antes de aplaudir también «el empuje» que han dado a la estrategia las sociedades científicas y la sociedad civil.

A las «voces catastrofistas» que, como en 2005, auguraron efectos «apocalípticos y a la postre fallidos» de la primera ley antitabaco, así como a las de los «lobbies con intereses comerciales», la ministra ha querido lanzarles la siguiente advertencia: «se van a encontrar con un muro si intentan influir en este Ministerio en todo lo que tiene que ver con la protección de la salud de nuestros ciudadanos».

«Les vamos a recordar que el barco de la lucha contra el tabaquismo ya ha zarpado y que son bienvenidos a unirse a esta causa. Pero no vamos a dar ni un solo paso atrás», ha concluido.

Mónica García

«Se trata de una medida que ya se está aplicando actualmente en muchos países como Australia, Francia, Noruega y Dinamarca y que está dando unos efectos evidentes», ha afirmado la ministra, durante su intervención en los Desayunos Socio-sanitarios de Europa Press.

García ha asegurado que la evidencia científica demuestra que el empaquetado genérico es una medida «efectiva y que ayuda a que el propio empaquetado no funcione como un reclamo publicitario en sí mismo, haciéndolo menos atractivo y contribuyendo también a tomar la decisión de dejar de fumar».

También ha recordado que el Ministerio de Sanidad, «con la misma voluntad de acuerdo y diálogo que tiene desde el primer día», incluyó en su Plan el 90 por ciento de las enmiendas y de las iniciativas de las autonomías.

García también ha insistido en que planes anteriores en esta materia han evitado «alrededor de unas mil muertes al año» por enfermedades relacionadas con el tabaquismo. «Esto significa que la misión lo más importante de este plan es dar más años de vida y más vida a los años» porque «es un Plan para evitar que la gente empiece a fumar y que la gente que quiere dejar de fumar pueda hacerlo», ha abundado.

«Lo hemos hecho con ambición, con trabajo. Lo hemos hecho sin miedo, con mucha coherencia, de la mano siempre, siempre, siempre, de la evidencia científica y con el orgullo de seguir siendo un país que es referencia y vanguardia en la defensa de la salud pública», ha señalado.

Entre otras medidas, este plan va a suponer la equiparación de la regulación de los productos relacionados con el tabaco, como los cigarrillos electrónicos, a la del trabajo tradicional. También la modificación de la fiscalidad del tabaco de la mano del Ministerio de Hacienda para que España se acerque a los países de su entorno y con el objetivo de que ese incremento fiscal pueda revertir en políticas de salud.

Además, el Plan también persigue aumentar los espacios libres de humo «para proteger el derecho a respirar aire limpio». «Cuanto más espacio libre de humo, más espacio libre de enfermedades asociadas al tabaquismo», ha destacado.

El fin también es impulsar la investigación sobre el tabaquismo y sus efectos, «reforzando la evidencia sobre el efecto de los nuevos dispositivos de liberación de nicotina». Ante las «voces catastrofistas» que rechacen el Plan y que ya se escucharon «en el año 2005 y 2010, con augurios apocalípticos.

Así, ha recalcado que, en los últimos años, las iniciativas en este sentido «se habían quedado pequeñas». «Por eso queremos que este vuelva a ser uno de los grandes desafíos del siglo XXI», ha dicho, criticando las «voces catastrofistas» que ya se escucharon en el año 2005 y 2010.