Pronostican una temporada ciclónica «extremadamente activa» en el Atlántico

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Imagen del histórico huracán Iota que en noviembre del 2020 alcanzó categoría 5
Imagen del histórico huracán Iota que en noviembre del 2020 alcanzó categoría 5 NOAA

Científicos creen que las aguas tan cálidas del vecino océano anticipan unos meses muy movidos

07 abr 2024 . Actualizado a las 11:20 h.

De la misma forma que lo que pasa en el Ártico no se queda en el Ártico, lo que sucede en el Pacífico afecta al resto del mundo. Tanto La Niña como El Niño tienen un gran impacto en el sistema climático global. Por ejemplo, la fase cálida ha estado impulsando las altas temperaturas de los últimos meses en todo el mundo. La temperatura global del pasado febrero fue la más alta desde que existen registros. De momento, el 2024 apunta a que estará entre los más cálidos.

En estos momentos, el Pacífico tropical se encuentra en una fase de transición. Durante el próximo trimestre las aguas estarán en una fase neutra. Sin embargo, a partir del verano se espera que la temperatura empiece a descender, dando paso a La Niña.

Cuando el Pacífico activa el modo frío se intensifican las condiciones normales en el océano más grande del planeta. Esto significa un clima más frío y seco en la costa sudamericana y más cálido y húmedo en la región de Indonesia y el nordeste de Australia.

Pero, además, La Niña tiene un efecto importante en el Atlántico, permitiendo que haya unas condiciones óptimas para la formación de huracanes. La huella de La Niña se percibe a través de la cizalladura, los vientos que hay en las capas altas de la atmósfera.

Si estos vientos soplan con fuerza, algo que ocurre en la fase de El Niño, la actividad ciclónica suele reducirse porque cuando una tormenta tropical está naciendo es una criatura muy sensible y un viento fuerte puede inhibir su desarrollo. Sin embargo, cuando se produce La Niña, la cizalladura disminuye y, por tanto, desaparece ese elemento que impide que un ciclón pueda crecer sin obstáculos.

Analizando las temporadas ciclónicas en el Atlántico norte desde 1986 al 2023 se observa que cuando coincide con La Niña aumenta la cantidad de ciclones con nombre, huracanes y huracanes mayores, que superan la categoría 3.

Investigadores de Universidad de Colorado, en Estados Unidos, que estudian la actividad ciclónica en el Atlántico acaban de publicar su predicción para los próximos meses. El pronóstico anuncia que será «una temporada de huracanes en el Atlántico extremadamente activa» con hasta once huracanes.

Los científicos añaden un elemento decisivo a la influencia de La Niña: las aguas tan cálidas que hay en el Atlántico ahora mismo. «Cuando las aguas del océano tropical y subtropical oriental son mucho más calientes durante la primavera tienden a debilitar la alta presión subtropical y los vientos que soplan a través del Atlántico tropical. Hay una probabilidad de que estas condiciones conduzcan a temperaturas del agua muy por encima del promedio durante el pico de la temporada de huracanes del Atlántico»,  explica Philip Klotzbach, uno de los autores de esta predicción. 

Hasta el momento, la temporada de huracanes del 2024 está presentando unas características similares a las de 1878, 1926, 1998, el 2010 y el 2020. En el 2020, la temporada fue tan activa que el Centro Nacional de Huracanes se quedó sin nombres y tuvo que acudir al alfabeto griego para bautizar los ciclones que seguían formándose en el mes de noviembre.